
La trayectoria de María Celina Alonso, fundadora de Lecturita, un sello editorial originario de Mar del Plata, es un ejemplo de cómo los caminos profesionales pueden llevar a la creación de proyectos significativos en el ámbito de la literatura infantil. Su editorial ha sido reconocida recientemente al formar parte de la shortlist de los Premios BOP a las Mejores Editoriales Infantiles, un galardón que se otorga en la Feria del Libro Infantil de Bolonia, destacando su labor en la sección de Caribe, Centro y Sudamérica.
María Celina Alonso es arquitecta, graduada de la Universidad Nacional de Mar del Plata (UNMDP). Su carrera profesional la llevó a trabajar en diversas empresas en Buenos Aires y a residir en Estados Unidos y Brasil, experiencias que enriquecieron su perspectiva creativa. Tras regresar a su ciudad natal y convertirse en madre, en 2018 fundó un club de libros llamado Lecturita, que tenía como objetivo ofrecer una curaduría de libros para niños y sus familias a través de un sistema de suscripción.
Dos años después, y con una mayor familiaridad con el sector editorial, Alonso decidió dar un paso más en su misión y creó Lecturita Ediciones, una editorial independiente que se enfoca en la calidad de la literatura infantil y en la expansión de nuevos horizontes editoriales.
Construyendo la identidad lectora
En una entrevista, Alonso reflexionó sobre cómo se construye la identidad lectora en los niños. Ella afirma que “la lectora va surgiendo poco a poco y sigue construyendo durante toda la vida”. Destaca que no existe un único recorrido, pero que las primeras lecturas dejan una huella profunda, especialmente si el contacto con los libros comienza en la infancia. Según Alonso, leer no solo se trata de historias, sino de las emociones y recuerdos que evocan esas lecturas, lo que puede estar relacionado con los vínculos que se forman a lo largo de la vida.
“A medida que vamos creciendo, encontramos lecturas que nos atrapan y, seguramente, también hay otras que preferimos dejar”, explica. La elección de lo que se lee es única y personal, y Alonso menciona que hay niños que se enganchan con historietas, novelas, cuentos o libros informativos. Lo importante es explorar hasta encontrar lo que realmente atrape y despierte el deseo de seguir leyendo.
El papel del libro en el interés por la lectura
Alonso también se pregunta si un libro puede despertar el interés por la lectura. Ella responde afirmativamente, señalando que a veces es necesario que un libro llegue a nuestras manos para que ocurra ese “clic”. Puede ser una historia, la forma en que está escrita, o la identificación con un personaje lo que despierte la curiosidad. Además, menciona que a menudo, la recomendación de una persona especial, como un hermano o un profesor, puede facilitar que se lea de manera abierta y sin prejuicios.
“Otras veces, encontramos ese libro por casualidad, y cuando eso ocurre, es maravilloso”, añade Alonso.
El entorno familiar y su influencia en la lectura
En cuanto a la influencia del entorno familiar, Alonso afirma que crecer en un hogar donde se leen libros, donde los padres y familiares están involucrados en la lectura, ayuda a estimular el interés por los libros. Sin embargo, también reconoce que muchas veces el amor por la lectura se encuentra fuera del hogar, en la escuela o a través de maestros que transmiten su amor por los libros.
“Además, hoy en día existen redes sociales que crean comunidades lectoras, lo que genera un intercambio de recomendaciones y consejos sobre lectura”, comenta. Para Alonso, lo importante es que todos, independientemente de su origen, puedan convertirse en lectores y que encuentren libros que despierten su curiosidad y emoción.
El momento adecuado para comenzar a leer
Alonso sostiene que cualquier momento es bueno para comenzar a leer, y que cuanto antes se empiece, más fuerte y profundo será el lazo con la lectura. Ella menciona que los bebés se sienten atraídos por los libros, y que leerles desde pequeños estimula el hábito de la lectura. “Leerles un cuento antes de dormir es una rutina mágica”, dice.
Para aquellos que comienzan a leer en la escuela o en la adolescencia, Alonso señala que la lectura puede ser una forma de aprender y de sentirse identificados con historias que les validan y les hacen reflexionar.
El rol de los mediadores de lectura
En cuanto al papel de los mediadores de lectura, Alonso explica que estos son puentes entre los lectores y los libros. Los mediadores pueden ser docentes, bibliotecarios, promotores de lectura, así como padres y amigos que recomiendan libros. Ella enfatiza que el acto de leer nunca es solitario, sino que es más enriquecedor cuando alguien acompaña el camino del lector.
Alonso recuerda su primer libro, mencionando que “recuerdo a Mafalda, que cambió mi forma de relacionarme con la lectura, porque podía cuestionarlo todo”. Esta conexión con la lectura es algo que también busca fomentar a través de su trabajo en Lecturita.