El mundo del espectáculo se ha visto sorprendido por la noticia del levantamiento de Mañanísima, el ciclo matutino que fue conducido por Carmen Barbieri. Este programa, que estuvo al aire durante cinco años, primero en cable y luego en la pantalla de Trece, llegará a su fin. La conductora no pudo ocultar su angustia al respecto, expresando en una entrevista: “No es una renuncia, di un portazo, lloré, me enojé… pero sí estoy triste”, en diálogo con Se terminó la joda (Radio Splendid AM 990).
La reacción de Carmen Barbieri
Visiblemente afectada, Carmen Barbieri compartió cómo ha vivido su rol en el programa, asumiendo responsabilidades que iban más allá de ser la conductora. “Si falta vestuarista, hago vestuarista. Si hay que reemplazar a alguien, lo hago. Porque me gusta, quiero hacerlo. Me contrataron, pensaron en mí y siempre traté de estar a la altura. A veces casi ni cobro, cuando alguien te pide una gauchada, lo haces”, reveló. Sin embargo, a pesar de su compromiso con el trabajo, el golpe emocional de la cancelación fue inesperado.
Un año de trabajo intenso
La conductora también detalló cómo había estado trabajando intensamente, mencionando que en diciembre había decidido hacer un esfuerzo para aceptar más compromisos laborales. “No veía a mis amigos, iba al doctor, hacía las manos, los pies, gimnasio… solo trabajaba. Pensé: ‘Voy a frenar un poco’. Ahora, en otro momento, llaman y dicen nada”, relató con tristeza. A pesar de la incertidumbre que enfrenta, Carmen Barbieri asegura que está desesperada por encontrar trabajo. “Gracias a Dios soy necesitada. Para mí, es necesario tener deudas, dónde vivir. Yo soy de las pocas privilegiadas en esta hermosa Argentina que tiene que salir corriendo a buscar trabajo”, comentó.
Propuestas y oportunidades perdidas
La incertidumbre también la lleva a reflexionar sobre su futuro laboral. “¿Dentro de cuatro meses qué? Todo es temporada, perdí”, explicó. A pesar de haber recibido múltiples propuestas, tanto de televisión como de teatro, decidió rechazar seguir apostando por Trece. “Me llamaron C5N, América, Canal Nueve. También comedias de la temporada de verano. Les estaba dando prioridad a Mañanísima… ahora me encuentro lamentando”, añadió. Además, mencionó ofertas del exterior, como propuestas de Bolivia, Paraguay y de ser jurado en programas como Bailando y Cantando, así como en teatro en Uruguay.
Reflexiones sobre el futuro
Al priorizar la televisión, muchas oportunidades se quedaron en el camino. “Si me hubieran dicho antes, por ejemplo, organizaba mi trabajo. Perdí el verano entero. Si tengo oportunidades, gracias a Dios siguen llamando. Lo que rechacé ya está”, explicó. A pesar del dolor que siente por el final de esta etapa, Carmen Barbieri no pierde la esperanza. “Voy a parar un poquitito. Estoy desesperada, tampoco puedo relajarme. Si hay algo claro es que nunca voy a quedar sin trabajo, desde hace 9 años. Siempre me reinvento”, concluyó con la fuerza que la caracteriza.
El futuro se presenta incierto, pero una cosa es segura: Carmen Barbieri no se rinde. ¿Cuál será su próximo destino? ¿O volverá a conquistar los escenarios con la inagotable energía que ha iluminado las tablas donde ha estado presente durante tantas temporadas?