El líder del régimen de Venezuela, Nicolás Maduro, ha implementado una serie de medidas de seguridad en respuesta a las crecientes amenazas del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha intensificado el despliegue militar en el Caribe con la intención de atacar a narcotraficantes en el país sudamericano. Esta información fue revelada por el diario estadounidense The New York Times en un artículo titulado “Camas y celulares rotativos: Maduro planea sobrevivir a Trump”, donde se citan a al menos siete fuentes cercanas al régimen chavista.
Las precauciones adoptadas por Maduro incluyen el refuerzo de su seguridad personal, la rotación de las camas que utiliza y el cambio constante de su teléfono móvil, todo ello en previsión de un posible ataque de precisión o una incursión de fuerzas especiales estadounidenses. Estas medidas han sido implementadas desde septiembre, coincidiendo con el inicio de los bombardeos por parte de Estados Unidos contra presuntas narcolanchas que operan desde Venezuela, que han dejado alrededor de 80 muertos hasta la fecha.
El clima de preocupación en torno a Maduro y su círculo cercano es el más grave que han enfrentado en los últimos 12 años, lo que ha llevado al líder venezolano a buscar apoyo en su aliado estratégico, Cuba. Para mitigar el riesgo de traiciones, Maduro ha ampliado el papel de sus guardaespaldas cubanos en su equipo de seguridad y ha incorporado más oficiales de contrainteligencia cubanos al ejército venezolano, según informaron las fuentes consultadas por The New York Times.
Cabe recordar que a mediados del año pasado, Maduro ignoró los resultados de unas elecciones en las que perdió por un margen de casi el 40%, lo que ha contribuido a su pérdida de legitimidad internacional. Países como Colombia y Brasil no reconocen su gobierno, y la mayoría de la comunidad internacional ha respaldado al opositor Edmundo González como el presidente legítimo de Venezuela.
Desde su llegada a la presidencia de Estados Unidos, Trump ha insistido en que Maduro debe dejar el poder. En una conversación telefónica el 21 de noviembre, Trump rechazó las solicitudes de Maduro para recibir amnistía legal y la eliminación de sanciones contra funcionarios de su régimen. Durante esta llamada, que duró aproximadamente 15 minutos, Trump le dio un ultimátum a Maduro para que abandonara el poder antes del 28 de noviembre, lo que llevó a Trump a ordenar el cierre del espacio aéreo venezolano un día después del incumplimiento de este plazo.
El presidente estadounidense también ha reiterado que los ataques terrestres contra Venezuela comenzarán “muy pronto”. En una reunión con su gabinete, Trump afirmó: “En tierra es mucho más fácil. Conocemos las rutas que toman. Lo sabemos todo sobre ellos. Sabemos dónde viven. Sabemos dónde viven los malos. Y vamos a empezar con eso también muy pronto”. Esta operación se enmarca dentro de la estrategia militar del Pentágono, denominada ‘Lanza del Sur’, que fue anunciada el 13 de noviembre y que ha incluido ataques a embarcaciones vinculadas al narcotráfico en el Pacífico.
Además, Trump advirtió que cualquier país que produzca y trafique drogas hacia Estados Unidos “está sujeto a ataques”, sugiriendo que Colombia, por su producción de cocaína, podría ser un objetivo. “He oído que Colombia, el país de Colombia, produce cocaína. Tienen plantas de fabricación, ¿de acuerdo? Y luego nos venden cocaína”, declaró Trump durante la misma reunión.
