Luciano Castro y Griselda Siciliani han sido el centro de atención debido a rumores sobre su relación, que se reavivó en mayo. A pesar de las especulaciones sobre un posible conflicto en su romance, ambos han sido vistos juntos en Palermo, mostrando una imagen de armonía y cercanía. Se les ha observado intercambiando sonrisas y saludos con vecinos y seguidores, lo que sugiere una complicidad que se manifiesta en cada gesto y mirada que comparten. Los residentes del barrio los reconocen fácilmente, especialmente durante sus caminatas diarias hacia el supermercado de la esquina.
Durante estas salidas, entran y salen de los pasillos del supermercado con bolsas en mano, sin dejar de saludar a quienes se cruzan en su camino, además de compartir risas y saludos discretos. Para algunos, estas escenas cotidianas son suficientes para confirmar que lo que ha sido objeto de discusión en los últimos tiempos, el amor entre ellos, está más afianzado que nunca, y que han dejado atrás cualquier miedo. A tan solo cincuenta metros de su hogar, suelen detenerse casi a diario frente a un pequeño altar improvisado en memoria de Liam Payne, donde los fans del cantante dejan flores y mensajes. Con respeto, honran este lugar, y a menudo, los mismos seguidores del intérprete se acercan a la pareja con curiosidad.
Castro, siempre amable, se detiene para escuchar y responder, al igual que Leticia, quien ha estado a su lado con naturalidad, compartiendo risas y llantos mucho antes de que su romance volviera a encenderse. Sin embargo, desde que hicieron pública su relación, una avalancha de miradas se ha posado sobre ellos. Primero, Flor Vigna; después, Sabrina Rojas. La confirmación de la relación llegó rodeada de un torbellino de reproches. Vigna, sin rodeos, confirmó lo que muchos sospechaban: el actor le había sido infiel a Siciliani. Este no era un escándalo aislado, sino que resonaba con un eco de lo que también había vivido años atrás, cuando ella y Castro mantenían una relación.
Entre ellos existía una amistad, pero las sombras del pasado sugerían que esa amistad pudo haber tenido algo más. Ahora, en circunstancias diferentes y con heridas aún frescas, Rojas decidió darle “vía libre” a su aparición en los medios, aprovechando la oportunidad para lanzar algún comentario punzante hacia la actriz, alimentando un resentimiento velado por la memoria.
El jueves, Rojas fue invitada al programa Ángel Responde (Bondi), donde tomó asiento junto al conductor Brito, quien, con su estilo incisivo, abrió el tema con sutileza y provocación. “Para mí, las mejores actrices que tenemos en el país. Me parece espectacular, muy divertida, la ves en notas”, comenzó Rojas, aparentando diplomacia. Pero pronto, su tono cambió. “Pero yo tengo una cuestión de piel, cosas de la vida, un montón de cosas. No me gusta caretear, tampoco quiero armar un escándalo… Entonces, para definirlo, loco, cómo a veces la vida da vuelta las cosas”, confesó, visiblemente molesta, como si guardara un sentimiento a medio camino entre el rencor y el desahogo.
La panelista Julieta Argenta quiso ahondar en el significado de sus palabras, preguntando si acaso el tiempo le había dado razón. Rojas respondió con titubeos: “No, todo vuelve, ¿viste? Tenés energías, no…?”, dejando en el aire una incomodidad palpable. De Brito, con perspicacia, insistió en descubrir de dónde provenía aquel “piel” que mencionaba: “¿Te engañó ella?”, disparó el conductor. Sabrina, manteniéndose enigmática, concluyó evasiva: “No voy a decir más, aumentando el misterio.”