Las fuerzas ucranianas han iniciado una nueva ofensiva en la región occidental rusa de Kursk, marcando la segunda acción de este tipo desde el ataque sorpresa que tuvo lugar en agosto del año anterior. Esta información fue confirmada tanto por el gobierno de Kiev como por las autoridades rusas.
Detalles de la ofensiva ucraniana
El jefe de la oficina presidencial de Ucrania, Andriy Yermak, comunicó a través de su cuenta de Telegram: “Región de Kursk, buenas noticias: Rusia está recibiendo lo que merece”. Esta declaración subraya la intención de Ucrania de intensificar sus operaciones en la región.
Por su parte, el Ministerio de Defensa ruso admitió que sus fuerzas fueron objeto de ataques, aunque aseguraron haber logrado repeler dos de las acciones ucranianas. Andriy Kovalenko, quien es el jefe del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania, afirmó: “Las unidades ucranianas están atacando”, y añadió que los rusos “están muy preocupados porque fueron atacados desde varias direcciones y esto les sorprendió; nuestras fuerzas están trabajando”.
Reacción de Rusia ante la ofensiva
Según las declaraciones del mando militar ruso, una de las principales fuerzas del ataque ucraniano estaba compuesta por quince vehículos blindados. En un comunicado, indicaron: “El enemigo, con el fin de detener el avance de las fuerzas rusas en el sector de Kursk, intentó llevar a cabo un contraataque con un grupo de asalto compuesto por dos tanques, un vehículo de ingeniería y doce blindados de combate en dirección al Jutor Berdin”.
El Ministerio de Defensa de Rusia también reportó que “la artillería y la aviación de la agrupación militar Sever (Norte) atacaron al grupo de asalto de las Fuerzas Armadas de Ucrania”. Además, afirmaron haber destruido diez vehículos blindados y que “continúa la operación para destruir las formaciones militares ucranianas”.
Objetivos de la ofensiva ucraniana
El objetivo principal de la acción ucraniana parece ser la carretera que conduce a la ciudad de Kursk, situada al noreste de la localidad de Sudzha, que fue capturada por las fuerzas de Kiev durante la ofensiva de verano.
Expertos han señalado que esta nueva operación, que se lleva a cabo a tan solo dos semanas de la asunción del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, podría tener como finalidad posicionar a Ucrania de manera más favorable para posibles negociaciones de cese de hostilidades.
Desde que Ucrania entró en Kursk en agosto pasado, ha logrado controlar un área de aproximadamente 1.100 kilómetros cuadrados. Sin embargo, tras cinco meses de combates en esta provincia, la contraofensiva rusa ha conseguido recuperar más de la mitad del territorio que había sido ocupado por las tropas ucranianas.
