Una joven chilena de 24 años, Krishna Teixeira Pino, ha logrado destacarse en el programa internacional SERA Space, donde se encuentra entre los seis mejores participantes de una competencia que ha atraído a más de 90 mil postulantes de todo el mundo. Este programa ofrece un único cupo para viajar al espacio a bordo del cohete New Shepard, de la empresa Blue Origin. Su historia es notable no solo por el desafío que enfrenta, sino también por su origen en la comuna de Pedro Aguirre Cerda, un entorno marcado por la precariedad y la adversidad.
Krishna creció en una familia numerosa, siendo la menor de seis hermanos, y ha compartido que su infancia estuvo llena de dificultades. En sus propias palabras, “Nací en Pedro Aguirre Cerda, en una familia grande. Era un ambiente complicado, uno podía irse por otro camino”. Sin embargo, su interés por la ciencia comenzó a florecer a una edad temprana, especialmente a los 15 años, cuando se inspiró en la misión Year in Space del astronauta Scott Kelly y en la historia del cosmonauta Yuri Gagarin. Estas experiencias la llevaron a creer firmemente que la ciencia puede ser tan valiosa que incluso se puede “entregar la propia vida” por ella.
A los 19 años, Krishna se unió a la Armada de Chile, donde se especializó en mecánica de combustión interna y trabajó en la Fragata Williams, participando en el monitoreo de sistemas y control de armamento. Sin embargo, enfrentó dificultades para continuar su educación dentro de la institución, lo que la llevó a tomar la decisión de retirarse tras cinco años de servicio para enfocarse en su futuro profesional. Durante este tiempo, obtuvo una beca de Santander y descubrió la convocatoria de SERA Space, donde su esposo la animó a postular: “¡Juégatela, no pierdes nada!”.
El proceso de selección del programa SERA Space se basa en un sistema de puntaje denominado Space Dust, que se acumula a través de visualizaciones, apoyo en redes sociales y registros generados mediante enlaces personalizados. Gracias a este sistema, Krishna ha logrado posicionarse en el top 6 global, superando a decenas de miles de postulantes. La competencia se desarrolla en tres fases: la primera es un ranking global por puntaje social, que Krishna ya ha superado; la segunda implica la verificación de identidad y competencias regionales, donde solo tres finalistas avanzarán; y la tercera fase consiste en entrenamiento físico, desafíos técnicos y pruebas colaborativas, donde la comunidad global elegirá al representante que viajará al espacio.
Para Krishna, este logro no es solo una meta personal, sino que también busca ser un referente para niñas, niños y jóvenes de sectores vulnerables. “Quiero inspirar a otros. Quiero que sepan que sí se puede aspirar a algo grande, aunque uno venga de lugares donde no siempre hay oportunidades”, ha declarado. Actualmente, continúa sus estudios, crea contenido científico y se prepara para un eventual entrenamiento, mientras sigue avanzando en su camino para convertirse en la primera chilena en viajar al espacio a través de este programa ciudadano.
