La supermodelo británica Kate Moss hizo su debut en la pasarela de Victoria’s Secret a los 50 años, acompañada por su hija Lila, en un evento que marcó el regreso de la marca a su esperado ‘fashion show’. Este martes, la firma estadounidense presentó un espectáculo que incluyó a la joven de 22 años, quien desfiló con un atuendo completamente rosado, que consistía en una capa de flecos del mismo tono y unas alas personalizadas con su nombre, “Lila VS”. La joven es reconocida como el rostro de Marc Jacobs.
El debut de Kate Moss en Victoria’s Secret
El desfile fue significativo no solo por la participación de Lila, sino también por la presencia de su madre, Kate Moss, quien es considerada un ícono del estilo conocido como “heroin chic”. En su primera aparición en la pasarela de Victoria’s Secret, Moss lució un conjunto negro que incluía un vestido de encaje y unas prominentes alas de plumas, que se alineaban con su estética característica.
Un cambio en la política de inclusión de la marca
La decisión de incluir a Kate Moss en el desfile no fue casual, según la prensa especializada. Se interpreta como un claro mensaje de inclusión que busca transmitir la marca. Históricamente, Moss no había trabajado con Victoria’s Secret a pesar de su exitosa carrera, debido a que su físico no se ajustaba al estereotipo de las modelos que la firma solía contratar, que eran altas y curvilíneas. Con una estatura de apenas 1.70 metros y un físico que no se alineaba con el ideal de la marca, su inclusión en el desfile representa un cambio significativo.
Además, la edad de Kate Moss también es un factor a considerar, ya que a sus 50 años se aleja del perfil de las modelos más jóvenes que tradicionalmente han desfilado para la marca. Por ejemplo, Adriana Lima, una de las modelos más emblemáticas de Victoria’s Secret, se retiró a los 37 años.
Un desfile diverso y representativo
El debut de Kate Moss en el desfile de Victoria’s Secret es solo uno de los muchos cambios que la marca ha implementado en su reciente espectáculo. En esta ocasión, se incluyeron al menos dos modelos de tallas grandes y otras dos modelos transgénero, lo que representa un cambio notable respecto a la política conservadora que había caracterizado a la firma en el pasado. Este enfoque más inclusivo refleja un esfuerzo por adaptarse a las demandas contemporáneas de diversidad y representación en la industria de la moda.
