
Un video de José Antonio Kast durante su visita al barrio Franklin en Santiago ha generado controversia, ya que el candidato presidencial fue abucheado por una multitud que lo increpó con frases como: “Querí cagar a los jubilados, viejo culiao” y “ándate de acá conchetumadre”. A pesar de los gritos de rechazo, Kast mantuvo una conversación con un grupo de inmigrantes que trabajaban en la zona, donde abordó el tema de la inmigración y propuso que aquellos que no tienen sus papeles en regla deberían salir del país y regresar posteriormente para “ordenar la casa”.
Durante el diálogo, Kast afirmó: “Tenemos que ordenar la casa, quien no los tiene (los papeles al día) tiene que salir y volver. Es lo único que decimos”. Una mujer inmigrante le comentó que había tenido que “entrar por la ventana”, a lo que Kast respondió: “Lo sé, pero lo que yo les pido para poder ordenar la casa, y distinguir quién es quién, es hacer una salida y después volver a Chile”. El candidato, que se identifica como hijo de inmigrantes, enfatizó que su intención es organizar la situación migratoria en el país, asegurando que hay personas buenas entre los inmigrantes.
Este encuentro contrasta con un video publicado por Kast en su cuenta de X el 20 de noviembre, donde declaró: “Quedan 111 días para el cambio de mando. 111 días para que los inmigrantes ilegales se vayan del país voluntariamente. Si no se van, vamos a sacarlos y no van a volver nunca más”. En el mismo video, Kast advirtió que aquellos que no se vayan voluntariamente enfrentarán la detención y expulsión, afirmando: “Si usted no se va voluntariamente, lo vamos a detener, retener, expulsar y se va a ir con lo puesto”.
La propuesta de Kast para abordar la crisis migratoria, titulada “Plan escudo fronterizo”, describe la situación actual como una “crisis migratoria sin precedentes”. En su plan, se menciona que la frontera norte ha sido descuidada, permitiendo el ingreso de inmigrantes ilegales que, según él, traen consigo delincuencia y narcotráfico. Para enfrentar esta situación, Kast propone sanciones a quienes contraten a extranjeros sin papeles y un cierre total de la frontera a la inmigración ilegal, incluyendo la instalación de muros y un despliegue militar y policial.
El plan incluye la creación de Centros de Internación y Expulsión para inmigrantes irregulares, donde se espera que sean trasladados y expulsados rápidamente. Kast ha declarado que no habrá más beneficios para los inmigrantes ilegales, excluyéndolos de servicios de salud, educación y subsidios del Estado. Además, se contempla la posibilidad de sancionar a organizaciones que obstruyan los procesos de expulsión.
La propuesta de Kast ha generado un amplio debate en la sociedad chilena, reflejando las tensiones en torno a la inmigración y la seguridad en el país. Su enfoque ha sido criticado por algunos sectores, mientras que otros lo apoyan como una medida necesaria para controlar la situación migratoria.



















