El Instituto Profesional ARCOS, que ha estado en funcionamiento durante más de cuarenta años, ha tomado la difícil decisión de cerrar sus dos sedes y ser absorbido por universidades. Esta medida se ha implementado como resultado de la Resolución N° 3.882 exenta emitida por la Subsecretaría de Educación Superior, la cual establece nuevos aranceles de gratuidad que, según el rector José Sanfuentes Palma, “hacen inviable la continuidad del Instituto”. Esta información fue comunicada a los estudiantes a través de correos electrónicos enviados por la administración del Instituto.
La resolución estipula que el arancel regulado para ARCOS se verá reducido a $2.054.669 para todas sus carreras a partir de enero de 2025. Esta reducción representa una disminución del 43% en los ingresos del Instituto, lo que plantea serias dudas sobre su viabilidad financiera y lo obliga a explorar alternativas para su continuidad.
En consecuencia, se ha decidido que la sede ubicada en la quinta región se integrará a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV). Esta universidad ha manifestado su compromiso de acoger las carreras que ofrecía ARCOS, asegurando que se mantendrá el espíritu de creatividad, innovación y calidad que ha sido una característica distintiva del Instituto a lo largo de su historia.
Además, se está trabajando en una alianza similar para la sede de la región Metropolitana, cuya resolución se anticipa para el 30 de octubre. Sin embargo, los detalles específicos de esta integración aún no han sido divulgados. Por lo tanto, los estudiantes que actualmente están matriculados en la sede de Viña del Mar se convertirán en alumnos regulares de la PUCV a partir del próximo año, una de las instituciones educativas más prestigiosas tanto a nivel regional como nacional.
El rector Sanfuentes ha indicado que “se estableció una comisión que velará por la integración fluida de todos los actuales estudiantes y todo el proceso de transición académica e institucional”. Por otro lado, el Instituto Profesional ARCOS cuenta con dos sedes en la capital chilena: una en Santiago y otra en Peñalolén. Dependiendo de los resultados de las negociaciones en curso, estas sedes podrían ser incorporadas a una universidad o distribuidas entre diferentes instituciones educativas.
