Las relaciones diplomáticas entre India y Canadá han alcanzado un nuevo nivel de tensión esta semana, marcando un punto crítico con la expulsión de los embajadores de ambos países. Este conflicto se ha intensificado tras el asesinato de un líder sij canadiense que tenía vínculos con grupos separatistas en India.
El Gobierno canadiense anunció la expulsión del embajador indio, Sanjay Kumar Verma, junto con otros cinco diplomáticos indios, tras acusaciones de la Policía canadiense que los vinculaban con una serie de asesinatos y actos de violencia en el territorio canadiense. Esta decisión se produce en un contexto de creciente desconfianza y acusaciones mutuas entre ambos países.
En respuesta a estas acciones, el Gobierno de India, liderado por el nacionalista hindú Narendra Modi, tomó medidas inmediatas al expulsar a seis diplomáticos canadienses, otorgándoles un plazo de cinco días para abandonar el país. Estas acciones han reavivado las tensiones que giran en torno al movimiento separatista sij y las acusaciones de interferencia en los asuntos internos de cada nación.
Contexto del movimiento separatista sij
La comunidad sij, que tiene su origen en la región del Punjab en India, ha estado involucrada en un movimiento separatista durante varias décadas, buscando establecer un estado independiente conocido como Khalistán. Canadá alberga una significativa población sij, lo que ha convertido al país en un centro de actividad para este movimiento. India ha acusado a Canadá de ofrecer refugio a extremistas sijs y de permitir la realización de actividades anti-India, incluyendo protestas y la celebración de un referendo secesionista.
Por su parte, el Gobierno canadiense ha criticado la represión de las minorías en India y ha defendido el derecho de los sijs canadienses a la libertad de expresión. Este intercambio de acusaciones ha contribuido a la creciente tensión entre ambos países.
El asesinato de Hardeep Singh Nijjar
El asesinato de Hardeep Singh Nijjar, un líder de la organización Justicia para los Sijs, en junio del año pasado, se considera un punto de inflexión en las relaciones entre India y Canadá. El Gobierno canadiense afirmó tener información confiable que sugiere que India estuvo detrás de este asesinato. Nijjar fue asesinado a tiros por dos hombres enmascarados en el estacionamiento de un templo sij en Surrey, Canadá.
Antes de su muerte, India había solicitado a las autoridades canadienses que tomaran medidas contra Nijjar, quien lideraba el grupo separatista Khalistan Tiger Force, que aboga por la creación de un estado independiente para la minoría sij en el Punjab. La ministra de Asuntos Exteriores de Canadá, Mélanie Joly, declaró que “la decisión de expulsar estos individuos ha sido realizada con una gran consideración y sólo después de que la Policía Montada reuniese numerosas pruebas, claras y concretas, que identifican a los seis individuos como personas de interés en el caso de Nijjar”.
Los presuntos autores del tiroteo que resultó en la muerte de Nijjar fueron detenidos en mayo, y la investigación sobre el caso continúa abierta. Además, poco después de las acusaciones de Canadá, el Gobierno de Estados Unidos también expresó sus propias sospechas sobre una posible participación de India en un intento de asesinato de otro líder sij estadounidense en Nueva York.