Un paciente que se sometió a un tratamiento de implante dental ha sido beneficiado con una considerable indemnización tras un fallo favorable de la justicia chilena, que determinó que hubo negligencia en el procedimiento realizado por un odontólogo y una clínica dental. La compensación económica se desglosa en dos conceptos: daño emergente y daño moral.
La negligencia médica en el tratamiento de implantes
El caso se centra en un tratamiento de rehabilitación oral que involucraba implantes dentales, un procedimiento que, aunque común, puede presentar complicaciones. En este contexto, se alegó que el paciente no fue debidamente informado sobre los riesgos asociados a este tipo de tratamiento, lo que constituye una falta de comunicación esencial por parte del profesional de la salud.
Se mencionó que el afectado experimentó una ausencia de osteointegración, un proceso crítico en el que el implante debe integrarse con el tejido óseo del paciente. La falta de información sobre los riesgos de fracaso en la osteointegración es un punto clave en la argumentación del caso.
Responsabilidad del odontólogo y la clínica dental
El fallo judicial subrayó que “el paciente desde un principio debe estar en conocimiento de estos porcentajes de riesgo de fracaso de la osteointegración y, obviamente, en cada etapa del tratamiento debe ir siendo informado de su evolución”. Esta afirmación resalta la obligación del odontólogo de mantener al paciente informado sobre su estado y los posibles riesgos durante todo el proceso de tratamiento.
Sentencia y compensación económica
La magistrada Rocío Pérez Gamboa, a cargo del caso, destacó que se produjo una contravención a la lex artis, que se refiere a las normas y estándares que deben seguir los profesionales de la salud en su práctica. Además, se hizo hincapié en que no se cumplieron las normas de prudencia mínimas que se esperan en la medicina odontológica.
Como resultado de esta negligencia, el 17° Juzgado Civil de Santiago condenó al odontólogo y a la clínica dental a pagar una indemnización total de $11.511.959. Este monto se desglosa en $1.511.959 por daño emergente y $10.000.000 por daño moral, reflejando así la gravedad de la situación y el impacto que tuvo en la vida del paciente.
