
Taiwán ha llevado a cabo pruebas de una nueva variante del misil Hsiung Feng III (HF-3), un proyectil supersónico de alcance medio, montado en uno de sus cazas de fabricación propia IDF (Indigenous Defense Fighter), en el contexto de sus esfuerzos por fortalecer sus capacidades defensivas ante las crecientes amenazas provenientes de China.
Según información proporcionada por una fuente familiarizada con el asunto y citada por la agencia estatal de noticias CNA, un avión de combate IDF realizó un vuelo con una variante del misil HF-3 que puede ser lanzada desde el aire. Sin embargo, no se ha confirmado si este vuelo incluyó un ejercicio con fuego real.
La modificación del misil HF-3 ha sido objeto de “pruebas intensivas” y continúa en desarrollo por parte del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Chung-Shan (NCSIST) de Taiwán, que ha optado por no comentar sobre los detalles de las pruebas debido a la “naturaleza altamente sensible” del proyecto.
El HF-3 diseñado para ser lanzado desde el aire es más compacto que las versiones que se encuentran en buques y vehículos terrestres, y no cuenta con propulsores laterales, lo que reduce su peso. Esta característica permite que el misil sea montado bajo las alas del avión de combate autóctono, lo que podría “mejorar sus capacidades de ataque de largo alcance”, según la fuente citada.
Los cazas IDF, desarrollados por la Corporación de Desarrollo Industrial Aeroespacial (AIDC) de Taiwán, comenzaron a operar a principios de la década de los 90 y son actualmente uno de los pilares de la Fuerza Aérea de Taiwán, junto con los F-16 estadounidenses y los Mirage-2000 franceses.
El desarrollo de este tipo de armamento es parte de los esfuerzos del Gobierno taiwanés para mejorar sus capacidades defensivas en respuesta a la creciente presión militar de China, que considera a la isla autogobernada como una parte inalienable de su territorio.
El presidente taiwanés, el soberanista William Lai, anunció la semana pasada que el Gobierno impulsará asignaciones de gasto especiales para asegurar que el presupuesto de Defensa de la isla supere el 3 % del PIB durante este año.