
La Región Administrativa Especial de Hong Kong ha decidido interrumpir de manera inmediata todas las relaciones oficiales con el Consulado General de Japón y ha cancelado la participación de una delegación de estudiantes en un programa de intercambio, en respuesta al deterioro de las relaciones diplomáticas entre China y Japón.
Esta medida, que entró en vigor el pasado domingo, es una reacción directa a las declaraciones de la primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, quien el 7 de noviembre sugirió que Tokio podría utilizar la fuerza si Pekín intentara ocupar o bloquear Taiwán. El Gobierno chino calificó estas afirmaciones de “injerencia intolerable”.
Como consecuencia de esta escalada, se ha suspendido indefinidamente un foro empresarial que estaba programado para el 18 de noviembre, el cual contaba con el respaldo de Invest Hong Kong, debido a que las autoridades locales prohibieron la presencia del personal consular japonés. Además, se ha anulado una reunión de alto nivel sobre cooperación económica que estaba prevista para principios de diciembre con el cónsul general japonés.
La decisión de congelar los contactos oficiales se alinea con la recomendación emitida por Pekín el viernes anterior, que instó a evitar viajes no esenciales a Japón debido al “empeoramiento continuo” de la seguridad ciudadana. Al día siguiente, la Oficina de Seguridad de Hong Kong activó una alerta ámbar para todo el territorio japonés, la primera de su tipo desde el accidente nuclear de Fukushima en 2011, y advirtió sobre el aumento de agresiones contra ciudadanos chinos.
En el ámbito académico, la Oficina de Educación de Hong Kong ha decidido retirar a dieciocho estudiantes y profesores del programa JENESYS, una iniciativa lanzada por Japón en 2007, a la que Hong Kong había participado desde 2008. Este viaje, que estaba programado del 7 al 13 de diciembre, incluía clases en instituciones educativas japonesas, alojamiento con familias locales y visitas a sitios patrimoniales. La oficina educativa justificó su decisión al señalar que “tras evaluar el aumento de incidentes contra nacionales chinos y priorizar la integridad de estudiantes y docentes, se ha decidido no participar”.
En el sector aéreo, Greater Bay Airlines ha anunciado que ofrecerá la devolución completa del costo de los billetes comprados hasta el 15 de noviembre y con salida antes del 31 de diciembre. Por su parte, Cathay Pacific, HK Express y Hong Kong Airlines están permitiendo modificaciones sin costo adicional.
Las agencias de viajes locales han reportado una disminución del 20% al 30% en las consultas sobre destinos japoneses, así como un aumento en las solicitudes para cambiar rutas o aplazar fechas. Sin embargo, los operadores turísticos han afirmado que, a pesar de la alerta ámbar, todos los grupos programados seguirán adelante con sus planes.
Esta escalada de tensiones convierte a Hong Kong en un nuevo foco de la fricción sino-japonesa, con repercusiones directas en los intercambios oficiales, educativos y turísticos, y genera incertidumbre sobre la relación económica bilateral en un contexto de creciente desconfianza.



















