El baño es una de las áreas de la casa que más suciedad acumula, debido a la humedad constante que proviene de la ducha o bañera, sumada a la falta de una ventilación efectiva. Esto crea un entorno ideal para la proliferación de bacterias. A pesar de que se realiza una limpieza regular, hay rincones que con frecuencia pasan desapercibidos, pero que son focos de gérmenes, moho y malos olores. Según el medio especializado en higiene del hogar Good Housekeeping, existen cinco zonas clave que requieren atención especial para evitar la acumulación de suciedad.
1. Debajo de la pileta del fregadero
Es común que, durante el lavado de manos o dientes, se generen salpicaduras que caen en la parte inferior del fregadero, acumulando humedad. Esta área, aunque aparentemente menos visible, puede ser un caldo de cultivo para las bacterias. Good Housekeeping recomienda pasar un limpiador jabonoso debajo de cada vez que se limpie, lo cual previene la proliferación de gérmenes y facilita la limpieza.
2. Detrás de la tapa del inodoro
Aunque solemos ser meticulosos al limpiar el inodoro, es fácil olvidar la parte posterior de la tapa. Esta zona, que es difícil de acceder, acumula rápidamente suciedad. Good Housekeeping sugiere que, para una limpieza profunda, se utilice un cepillo de dientes viejo para fregar las juntas y otras áreas difíciles de alcanzar. Es recomendable limpiar esta zona para evitar que se acumule suciedad.
3. La tira de sellado de la mampara de plástico
La tira de sellado de la mampara de plástico a menudo se convierte en un refugio para manchas y moho, debido a la constante exposición a la humedad. Para limpiarla, se puede utilizar una solución de vinagre diluido con lejía y agua. Es fundamental no mezclar la lejía con otros productos, ya que esta combinación puede liberar gas cloro tóxico. Para eliminar el moho resistente, además, existen productos especializados que ayudan a prevenir su aparición.
4. El cabezal de la ducha
El cabezal de la ducha es un lugar propenso a acumular cal, lo que puede afectar la presión del agua y contribuir a la proliferación de gérmenes. Para descalcificarlo, se debe desenroscar y sumergirlo en una solución de agua y vinagre (en proporción 1:1) durante toda la noche. Esto ayuda a disolver la cal acumulada. Después de dejar actuar la solución, se debe frotar con jabón tibio para completar el proceso, el cual se recomienda realizar al menos una vez al mes.
5. El desagüe de la pileta
El desagüe de la pileta, ubicado debajo, es otra área propensa a la acumulación de suciedad si no se limpia regularmente. Dado que es un área de difícil acceso, es muy útil utilizar un cepillo para limpiar los laterales y el interior del orificio. Se puede verter una mezcla de bicarbonato de sodio y agua para limpieza, lo que creará una reacción efervescente. Es importante enjuagar bien con agua caliente después de usar este método para asegurarse de que no queden residuos.
Consejos adicionales para mantener el baño limpio
Además de estas áreas clave, es importante recordar que la limpieza debe ser completa. No basta con limpiar solo las superficies visibles; también se debe prestar atención a los rincones y áreas menos accesibles. Un mantenimiento adecuado ayudará a reducir la presencia de microorganismos. Al poner atención a estos detalles, se puede lograr un ambiente higiénico y agradable, evitando que los malos olores se conviertan en un problema persistente.