En todas las estaciones, la hidratación se revela como un factor crucial, pero durante el verano, su importancia se intensifica. ¿Cómo mantener la hidratación en verano?
El agua es, sin duda, un elemento esencial para el funcionamiento de nuestro organismo. El transporte de nutrientes, la eliminación de toxinas, la regulación de la temperatura y la digestión, son sólo algunos de los procesos vitales que son posibles gracias a ella.
De ahí la relevancia de mantenernos hidratados en toda época del año, pero más aún en verano “pues en climas calurosos o húmedos las personas podrían experimentar pérdidas mayores de líquidos corporales debido a la termorregulación que realiza el cuerpo. En otras palabras, en verano es fundamental prevenir la deshidratación provocada por la sudoración”, advierte Ximena Rodríguez, directora de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Bernardo O´Higgins (UBO).
En este sentido, la especialista comenta que lo recomendable es beber entre seis y ocho vasos de agua al día, que puede ser directamente de la llave o bien añadiendo cáscaras de fruta y verdura. “Si esto no se lleva a cabo es probable que experimentemos algunos síntomas como dolor de cabeza, piel seca y fría, orina oscura e incluso calambres musculares”, detalla Rodríguez, agregando que no es aconsejable saciar la sed con bebidas y jugos azucarados o con variantes deportivas y energéticas porque contienen mucha azúcar y aumentan la ingesta calórica, lo cual “puede tener implicancias como el aumento de triglicéridos, el riesgo de obesidad y diabetes tipo 2, caries dental y síndrome metabólico, entre otros escenarios”.
Aguas saborizas: Consumo moderado
En cuanto a las aguas saborizadas, la experta indica que “a pesar de tener pocas calorías, estas traen preservantes, como ácido cítrico y ácido ascórbico, y colorantes. Además contienen endulzantes como sucralosa y estevia, por tanto su consumo debe ser moderado, priorizando siempre el agua natural”.
Alternativas saludables para la hidratación en verano
Las alternativas de hidratación más saludables, han tomado mayor fuerza como las bebidas naturales, que garantizan el cuidado del organismo. Una de ellas es la kombucha, un brebaje hecho a base de una infusión de té o hierbas y azúcar de caña, que es fermentada por un cultivo de bacterias y levaduras (conocido por su acrónimo en inglés como SCOBY).
Ana Vidaurre, nutricionista de Kombuchacha, la única en Chile dentro de la categoría certificada orgánica libre de químicos y pesticidas, comenta que esta bebida es ideal para el verano por su alto contenido de agua, vitaminas y minerales esenciales que benefician el organismo y ayudan a enfriar el cuerpo en tiempos de calor extremo, previniendo la deshidratación.
Junto con eso, “la kombucha tiene un potencial beneficio para el sistema inmune humano dado su alto contenido de vitamina C, equivalente a 2 naranjas o 3 kiwis en sólo medio vaso. Además, tiene ácido acético, que es un componente con buen efecto antimicrobiano. Esto es clave para cuidar las defensas, lo cual es fundamental sin importar el mes en que estemos”, asegura Vidaurre.
¿Té frío?
Y si se trata de más opciones, el té es siempre recomendable, especialmente porque puede ser consumido frío como té helado y porque las hojas frescas del árbol del té contienen una alta cantidad de flavonoides que son antioxidantes y previenen el envejecimiento.
Si bien las directrices de hidratación aplican para todos, quienes realizan ejercicio deben “considerar el consumo de agua antes, durante y después. En el caso de que la actividad sea de intensidad elevada o por largos periodos de tiempo (más de 2 horas) se podría recurrir a bebidas deportivas que permiten recuperar no sólo los líquidos pérdidas sino que también carbohidratos”, puntualiza la académica de la UBO.