La adquisición busca fortalecer la defensa nacional ante crecientes desafíos en la región.
El Gobierno de Perú ha declarado que la compra de aviones de combate es una medida esencial para garantizar la seguridad del país y proteger sus recursos frente a posibles amenazas externas. Esta afirmación fue realizada por el primer ministro, Gustavo Adrianzén, quien se pronunció sobre el tema el pasado viernes tras una visita a la sede del Congreso peruano.
Adrianzén subrayó la importancia de esta adquisición, indicando que un país que está experimentando crecimiento y descubriendo nuevas riquezas debe implementar medidas de seguridad adecuadas para salvaguardar sus recursos. En respuesta a las críticas que han surgido de expertos y medios de comunicación locales respecto al elevado costo de las aeronaves, que asciende a 3.500 millones de dólares, el primer ministro aclaró que el financiamiento se llevará a cabo a través de un proceso de endeudamiento que se pagará de manera progresiva.
“Se ha comprometido la cantidad que ustedes han indicado, pero los desembolsos se van a hacer progresivamente”, afirmó Adrianzén, quien también mencionó que los aviones de combate llegarán en años sucesivos, conforme a un cronograma establecido, dado que se trata de aeronaves de última tecnología que no están disponibles de inmediato.
Por su parte, el ministro de Defensa de Perú, Walter Astudillo, confirmó el miércoles anterior que el país adquirirá un total de 24 aviones de combate, con una inversión total de 3.500 millones de dólares. Astudillo explicó que la compra se realizará mediante un procedimiento de endeudamiento interno, que se dividirá en dos etapas: 2.000 millones de dólares en 2025 y 1.500 millones de dólares en 2026. El ministro destacó que la primera fase de la operación tiene un costo mayor porque incluye todo el soporte logístico necesario para el funcionamiento de las aeronaves.
Además, Astudillo rechazó las críticas dirigidas hacia esta compra, recordando que uno de los deberes constitucionales del Estado es “defender la soberanía nacional” y otro es “proteger a la población de las amenazas a su seguridad”.
Recientemente, medios locales han informado sobre la intención del Gobierno de adquirir estos aviones de combate, y especialistas han señalado que las opciones podrían incluir modelos como los Rafale franceses, los F-16 estadounidenses o los coreanos KF-21 Boramae. La última vez que Perú realizó una compra de este tipo de aeronaves fue durante los últimos años del gobierno de Alberto Fujimori, entre 1990 y 2000, cuando se incorporó una escuadrilla de aviones caza rusos MIG-29 y bombarderos SU-25, además de los Mirage 2000 adquiridos durante el primer mandato de Alan García, que tuvo lugar entre 1985 y 1990.