
Un grupo de militares ha tomado el control de Guinea-Bisáu, suspendiendo el proceso electoral en curso y cerrando las fronteras y el espacio aéreo del país. El presidente Umaro Sissoco Embaló ha sido derrocado, según un comunicado del Alto Comando Militar para la Restauración del Orden Nacional, leído por el general Denis N’Canha, responsable militar del palacio presidencial.
La declaración se produjo el miércoles, justo antes de que se anunciaran los resultados provisionales de las elecciones generales celebradas el pasado domingo, en las que tanto Embaló como su principal rival, el independiente Fernando Dias da Costa, se habían proclamado ganadores.
N’Canha anunció la destitución inmediata de Embaló y la paralización del proceso electoral, así como el cierre de las instituciones del país y la suspensión de las actividades de los medios de comunicación. Además, se ha impuesto un toque de queda nacional que va desde las 19:00 hasta las 06:00 horas locales.
Testigos informaron que militares guineanos irrumpieron en varias emisoras de radio en Bisáu, ordenando el cese inmediato de sus transmisiones. Según el general N’Canha, la toma de poder se debió al descubrimiento de un supuesto plan destinado a desestabilizar el país, que involucraba a políticos nacionales y a un conocido narcotraficante, con el objetivo de manipular los resultados electorales.
“La ejecución de este plan fue descubierta por los servicios de inteligencia del Estado”, afirmó N’Canha.
La asonada se produjo tras el estallido de disparos automáticos en el centro de la capital, cerca de la Comisión Nacional de Elecciones y el palacio presidencial. Fuentes del Ministerio del Interior confirmaron que hombres armados intentaron atacar la sede de la CNE y que Embaló fue detenido en su despacho.
La población cercana a la zona de los enfrentamientos huyó aterrorizada, mientras que las calles que conducen al palacio presidencial fueron bloqueadas por soldados armados y encapuchados.
Guinea-Bisáu, un país con un historial de golpes de Estado, había celebrado elecciones presidenciales y parlamentarias el pasado domingo, las cuales, según observadores internacionales, fueron “democráticas, libres y participativas”. Sin embargo, la exclusión de destacados líderes opositores ha sido un tema de controversia en el proceso electoral.



















