La fuga del siglo: cómo cuatro frentistas escaparon de la cárcel en 58 segundos y desafiaron a Chile

Un audaz escape que marcó la historia de Chile en 1996.
Un audaz escape que marcó la historia de Chile en 1996.

En diciembre de 1996, cuatro miembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR) lograron realizar una fuga aérea de la cárcel de alta seguridad de Santiago, un evento que impactó a la sociedad chilena y que aún es recordado por su audacia y planificación. Este suceso, conocido como la ‘fuga del siglo’ o el ‘Vuelo de Justicia’, dejó a la nación en estado de shock y ha sido objeto de análisis y discusión desde entonces, con solo uno de los fugitivos actualmente tras las rejas, mientras que dos se encuentran como refugiados políticos en Europa y uno permanece en paradero desconocido.

Los cuatro prisioneros del FPMR

Los protagonistas de esta notable fuga son Patricio Ortiz Montenegro, Pablo Muñoz Hoffman, Ricardo Palma Salamanca y Mauricio Hernández Norambuena, todos ellos exmiembros del FPMR y condenados entre 1991 y 1993 por el asesinato de Jaime Guzmán, un político chileno y fundador de la Unión Demócrata Independiente (UDI), ocurrido el 1 de abril de 1991.

El primer miembro del grupo en ser capturado fue Ortiz Montenegro, quien fue arrestado en 1991 por el asesinato de un policía y posteriormente vinculado al caso Guzmán. Muñoz Hoffman fue el segundo en ser detenido, el 23 de enero de 1992, tras un tiroteo que resultó en la muerte de dos de sus compañeros y su propia captura, siendo condenado por el robo de más de siete millones de pesos y el secuestro del abogado Erick Riveros.

El 25 de marzo de 1992, Ricardo Palma Salamanca fue arrestado por la Policía de Investigaciones (PDI) bajo acusaciones de secuestro y asesinato, recibiendo una condena de cadena perpetua por sus crímenes. Finalmente, Mauricio Hernández Norambuena fue detenido en 1993, enfrentando múltiples cargos, incluidos terrorismo y el asesinato de Guzmán, lo que le valió dos cadenas perpetuas. Durante su tiempo en el FPMR, Hernández Norambuena fue conocido como el ‘Comandante Ramiro’.

El escape de la cárcel de alta seguridad de Santiago

La fuga se llevó a cabo el 30 de diciembre de 1996 y duró apenas 58 segundos. Este evento fue una operación audaz que sorprendió al gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle, quien estaba en el poder en ese momento, y que se desarrolló en un contexto donde Augusto Pinochet aún era comandante en jefe del Ejército.

El helicóptero utilizado en la fuga fue un Bell Long Ranger 206 B1 de la empresa de vuelos turísticos Lassa. Este helicóptero había sido estudiado previamente por los organizadores del rescate, quienes lograron secuestrarlo y acondicionarlo para la operación. A las 15:00 horas, el helicóptero sobrevoló la cárcel, disparando ráfagas de balas hacia los gendarmes, quienes se refugiaron en el interior del penal.

Los cuatro prisioneros estaban preparados para la fuga y se encontraban juntos en el patio. Un canasto fue descendido desde el helicóptero, y aunque el piloto maniobraba para evitar que el viento lo moviera, solo Palma Salamanca y Ortiz Montenegro lograron subir al canasto, mientras que Muñoz Hoffman y Hernández Norambuena se aferraron al exterior del mismo. La operación se realizó a una velocidad de casi 200 km/h, sobrevolando Santiago ante la mirada atónita de los ciudadanos. A pesar de la peligrosidad de la misión, no se registraron heridos ni muertos, lo que ha llevado a que esta fuga sea considerada una de las más efectivas de la década de 1990.

¿Qué sucedió con los cuatro fugitivos?

Seis años después de la fuga, en 2002, Mauricio Hernández Norambuena fue capturado en Brasil, donde fue condenado a 30 años de prisión por el secuestro del publicista Washington Olivetto. Posteriormente, fue extraditado a Chile en 2019, donde recibió una nueva condena de más de 26 años de cárcel.

Patricio Ortiz Montenegro fue arrestado en Suiza al año siguiente de la fuga, pero recibió asilo político y ha residido en ese país desde entonces. Ricardo Palma Salamanca, considerado el autor material del asesinato de Guzmán, fue capturado en Francia en 2018, pero las autoridades francesas le otorgaron el estatus de refugiado, a pesar de las solicitudes de extradición de Chile. Este caso ha generado controversia en el país, especialmente entre sectores de la derecha política.

Por último, Pablo Muñoz Hoffman permanece en paradero desconocido y se cree que vive en la clandestinidad. A pesar de que en 2018 la Interpol de Estados Unidos anunció haberlo localizado, un año después se descartó que la persona identificada fuera él.