Terminaba el partido entre Magallanes y Fernández Vial por el torneo de Primera B, cuando Miguel Ángel Orellana marcó el gol de la victoria. Fue el 2-1 final, que aunque llegó luego de un rebote, se celebró como un golazo.
En el partido disputado el pasado jueves 15 de julio la algarabía se desató con la celebración. El goleador se robó toda la atención cuando salió de la cancha, pasó los letreros de publicidad y saltó a un basurero para esconderse ahí. Luego, se abrazó con un utilero.
“Ahora me dicen ‘El Miguel Ángel del 8’ y yo les respondo que no me tienen paciencia”, dijo Orellana a LUN. “En su momento se dio no más, pero después, pensándolo bien, y recordando que con mi familia siempre veo El Chavo del 8, me hizo sentido”, reflexionó.
Pero el insólito festejo no quedó solo ahí, en la anécdota. “En estos días me contactó una empresa de tarros de basura para ver si puedo celebrar con ellos”, reveló el delantero. “Veremos qué sale; solo puedo adelantar que estamos en conversaciones”. Aunque también reconoció que “es complicado por los protocolos”.
Como sea, “la celebración causó furor y me la han aplaudido harto”, agregó. “Lo que más risa me da es que ya nadie se acuerda del gol y todos recuerdan la pura celebración”.
El delantero de Magallanes también destacó que su ocurrencia le valió aplausos de parte de colegas ubicados en distintas partes del mundo, como Eduardo Vargas (Brasil), Felipe Mora (Estados Unidos) y Fernando Cordero (Chillán).