La sorprendente historia de la familia Fugate y su piel azul en Kentucky

La Familia Fugate: un oscuro legado de endogamia y piel azul en EE.UU.
La Familia Fugate: un oscuro legado de endogamia y piel azul en EE.UU.

La historia de la familia Fugate en Estados Unidos es un ejemplo notable de los efectos de la endogamia en la salud de los descendientes, destacando un caso de piel azul.

El origen del caso de la piel azul

En 1958, un evento inusual tuvo lugar en el hospital Universitario de Kentucky, cuando un hombre llamado Luke Comb llegó pidiendo ayuda para su esposa, quien estaba a punto de dar a luz. Sin embargo, lo que realmente sorprendió al personal médico fue el tono azul de su piel. El parto se realizó sin complicaciones, pero el caso de Luke Comb se convirtió en el punto de partida para investigar la historia de la familia Fugate.

Investigación médica y diagnóstico

Después del nacimiento, Luke fue sometido a un exhaustivo chequeo médico, que no reveló problemas de salud evidentes. Sin embargo, su relato sobre su linaje proporcionó pistas cruciales a los especialistas. El médico Madison Cawein III diagnosticó a Luke con metahemoglobinemia, una enfermedad hereditaria que impide que la hemoglobina libere oxígeno de manera eficiente en los tejidos, lo que resulta en una coloración azulada de la piel.

La familia Fugate y su historia

La investigación llevó a los médicos a la historia de la familia Fugate. Según los registros, en la década de 1820, un inmigrante francés llamado Martin Fugate se estableció en una zona remota de Kentucky conocida como Troublesome Creek. Martin se casó con Elisabeth Smith, una joven de una familia local, quien era descrita como “de piel blanca y pelirroja”. De su unión nacieron siete hijos, de los cuales cuatro presentaban la peculiaridad de tener la piel azul.

Aislamiento y endogamia

A pesar de que la familia no buscó una explicación científica para su condición, las miradas desconfiadas de los vecinos y la discriminación hacia los niños con piel azul llevaron a la familia a aislarse. Con el tiempo, se establecieron como un clan considerable en los montes Apalaches. Su reticencia a interactuar con el mundo exterior resultó en la práctica de la endogamia, donde se estima que hubo uniones entre personas del mismo grupo, incluyendo primos y tíos con sobrinos, durante al menos 50 años.

Consecuencias de la endogamia

Como resultado de estas prácticas, se estima que más de 100 descendientes de la familia Fugate nacieron con la piel azul. La situación comenzó a cambiar cuando la familia empezó a abrirse al exterior, lo que llevó a una disminución de los casos de metahemoglobinemia entre sus descendientes.

Una de las teorías más aceptadas sugiere que tanto Martin Fugate como Elisabeth Smith podrían haber portado un gen recesivo de metahemoglobinemia, que se activó en sus hijos y otros familiares.

El último caso conocido

El último descendiente conocido de la familia Fugate que padeció esta condición fue Benjamin Stacy, quien nació en 1975. Según informes del Daily Mail, Benjamin se sometió a un tratamiento con azul de metileno, lo que le permitió recuperar una coloración normal de la piel.