El estrés crónico tiene un impacto significativo no solo en el estado mental de las personas, sino también en su salud física, especialmente en lo que respecta a la salud cardiovascular. Este tipo de estrés puede provocar un aumento en la producción de sustancias inflamatorias que desencadenan problemas de salud graves, que van desde insomnio y trastornos digestivos hasta infartos y accidentes cerebrovasculares. La noción de “mala sangre”, que se utiliza comúnmente en el lenguaje coloquial, tiene un fundamento científico, ya que las tensiones emocionales sostenidas afectan la calidad de la sangre y, por ende, la salud general del individuo.
La importancia de los hallazgos en psiconeuroinmunoendocrinología
Los hallazgos en el campo de la psiconeuroinmunoendocrinología (PNIE) están vinculados a diversas enfermedades crónicas. La expresión “no te hagas mala sangre” podría parecer un consejo familiar para evitar preocupaciones, sin embargo, investigaciones en este campo demuestran que esta advertencia tiene una base científica sólida. El cuerpo humano reacciona de manera significativa a los conflictos emocionales, ya que las emociones negativas producen efectos que circulan en la sangre. Estas reacciones pueden predisponer a diversas condiciones de salud, que van desde problemas leves como gastritis hasta condiciones más graves como el infarto agudo de miocardio y el accidente cerebrovascular (ACV).
La relación entre mente y cuerpo
La relación entre la mente y el cuerpo se ha vuelto cada vez más evidente en un mundo donde las tensiones emocionales son comunes. La ciencia ha confirmado que nuestras respuestas emocionales afectan directamente nuestro sistema inmunológico y cardiovascular. La forma en que interpretamos la realidad juega un papel fundamental en cómo impacta nuestro organismo. Estudios recientes han demostrado que el estrés prolongado desencadena diversos cambios bioquímicos en la sangre, tales como el aumento de cortisol, fibrinógeno y proteína C reactiva, que son elementos marcadores de inflamación en el cuerpo. El exceso de estas sustancias está asociado con el desarrollo de enfermedades crónicas.
Además, el factor de necrosis tumoral alfa y las interleucinas proinflamatorias son algunas de las proteínas que se liberan en respuesta a situaciones de estrés prolongadas. Aunque estas sustancias son necesarias en situaciones de defensa inmunológica, su presencia constante debido a un estrés sostenido puede dañar los vasos sanguíneos, aumentando así el riesgo de padecer enfermedades cardíacas y problemas circulatorios.
Definición de psiconeuroinmunoendocrinología
La psiconeuroinmunoendocrinología es una disciplina que estudia cómo los sistemas psíquico (psico), nervioso (neuro), inmunológico (inmuno) y hormonal (endocrino) están interconectados y se influyen mutuamente. Su principal premisa es que las alteraciones en uno de estos sistemas pueden alterar el equilibrio de los demás, lo cual contribuye a la aparición de enfermedades crónicas, cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer.
Es importante mantener una percepción positiva, ya que la subjetividad influye en cómo reaccionamos ante el estrés. Cada persona interpreta y responde a los estímulos externos de manera única, lo que determina si una situación se convierte en una fuente de estrés.
El doctor Daniel López Rosetti, médico (MN 62540) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), es presidente de la Sección de Estrés de la World Federation for Mental Health (WFMH) y autor de libros como: “Emoción y sentimientos” (Ed. Planeta, 2017) y “Equilibrio. Cómo pensamos, sentimos, decidimos. Manual de usuario” (2019), entre otros.
