Estambul, la ciudad donde se encuentran las antiguas estaciones de tren Sirkeci y Haydarpaşa, pronto sumará dos nuevos centros culturales a su vibrante oferta artística y patrimonial. Estas estaciones, que han sido testigos de siglos de historia y movimiento en Turquía, están siendo transformadas en espacios dedicados al arte, la cultura y la memoria histórica. Este ambicioso proyecto es una colaboración entre los Ministerios de Cultura y Transporte de Turquía, que buscan preservar la integridad de estos edificios históricos, a la vez que adaptan nuevas funciones culturales.
Transformación de la estación Haydarpaşa
La transformación cultural de la estación Haydarpaşa, ubicada en el lado asiático de Estambul, es uno de los símbolos arquitectónicos patrimoniales de la ciudad. Después de cerrar en 2010 debido a un incendio, esta histórica estación será revitalizada como la primera “isla de arte y cultura” de Estambul. El proyecto contempla áreas de exposición, un centro de artes escénicas y una biblioteca en los pisos superiores, que albergará tanto material histórico como contemporáneo sobre Turquía.
Además, los silos que formaban parte de la infraestructura serán transformados en museos temáticos, lo que permitirá ampliar este espacio y atraer tanto a residentes como a turistas. Según el ministro de Turismo, Mehmet Nuri Ersoy, la restauración no incluirá la construcción de comercios ni hoteles, con el fin de conservar el valor del lugar para las futuras generaciones.
Un homenaje a la migración turca
La estación, situada cerca del barrio Sultanahmet, conocida por haber sido la terminal del famoso Orient Express, también se convertirá en un importante centro cultural. Como parte del rediseño, se establecerá un museo dedicado a la migración turca, que honrará las historias de los ciudadanos turcos que partieron hacia Europa en busca de oportunidades. Este espacio ofrecerá una profunda conexión con Europa, presentando una narrativa relevante para el continente europeo.
Además de la migración, el nuevo complejo contará con galerías que complementarán su rol como referente cultural. A pesar de las transformaciones, la estación mantendrá su función como parte de las rutas ferroviarias regionales, nacionales e internacionales, combinando el transporte con una nueva identidad cultural.
Compromiso con la conservación del patrimonio
Para garantizar que ambas transformaciones respeten la arquitectura original, el proyecto cuenta con la supervisión de un consejo asesor formado por conservadores, arqueólogos e ingenieros, quienes trabajan para mantener la autenticidad de cada uno de los monumentos históricos. Este compromiso con el uso no comercial de los edificios es uno de los elementos distintivos del gobierno turco, que ha evitado la construcción de hoteles en las estaciones durante un acuerdo de 29 años.
La intención es que estos lugares brinden a las generaciones futuras un contacto directo con la rica herencia cultural, evitando que se conviertan en meros espacios de consumo. La transformación de estas estaciones representa un hito en la conservación del patrimonio, ya que alguna vez fueron puntos clave de la red ferroviaria, y ofrecerán al público acceso a una experiencia cultural enriquecedora.