Existe la creencia de que ser vegano resulta mucho más caro que llevar cualquier otro tipo de hábito alimenticio. Sin embargo, chefs, nutricionistas y veganos aseguran que la realidad es otra.
“Todo depende de la elección de productos que elegimos para comer, al igual que cualquier dieta”, explicó a radio Biobio Tomás Cumsille, chef ejecutivo de la carrera Dirección y Gestión de Artes Culinarias de la Universidad Finis Terrae.
Es por eso que “es importante ser creativo y tener memoria gustativa para sacar el mayor provecho de un producto común y elevarlo a uno de gran valor mezclando sabores y arriesgándose a jugar con texturas, aromas y colores”.
De acuerdo a Paula Jaña, quien es vegana desde 2017, este estilo de vida lejos de los productos de origen animal no significa un gran costo. Su familia, formada por tres personas, tiene considerado un presupuesto de 120 mil pesos mensuales en gastos de supermercados y ferias libres.
“Muchos creen que la base de la comida vegana es el tofu o el seitán, y eso en realidad sería lo más caro, que cuesta $3.300 el kilo en Santiago. La base son las legumbres, que se encuentran a $2 mil el kilo en el super o a mil pesos en la feria y eso cunde para ocho personas, es un gran contraste con la carne, que 1 kilo de carne que alimenta entre 2 y 4 personas y puede costar mucho más”, asegura.
“Realmente si uno hace el cálculo sobre si es más barato seguir una alimentación basada en plantas o una alimentación omnívora donde haya carne habitualmente en la semana u otros alimentos de origen animal es más económica una dieta vegana”, comentó la nutricionista Pamela Estay, académica de la Escuela de Nutrición de la Universidad de Valparaíso.
La visión de un chef sobre si es caro ser vegano
“Ahora, si queremos, por ejemplo, comer todos los días paltas, pistachos, avellanas, etcétera, es muy probable que sea muy caro”, dice el chef Tomás Cumsille. Según su experiencia, el cambio en la alimentación es similar a cualquier tipo de dietas, incluso de las que tienen carnes.
“Hay combinaciones muy básicas y tradicionales de cada hogar que se pueden aplicar como potajes, ensaladas, etc. Otras veces se puede ir aplicando mayor técnica para lograr platos más elaborados, pero lo importante es saber qué cosas debes nivelar y balancear para que tu dieta sea rica en vitaminas, minerales y que te alimente bien y cuide tu cuerpo”, dice.
“Uno de los principales indicadores en los vegetales son sus colores, los cuales nos indican sus aportes nutricionales”, añade.
En ello concuerda Estay, quien llama a que este estilo de vida debe ir siempre junto a la recomendación de un nutricionista. “Así podrán guiarse para tener una planificación de la alimentación y poder ver la variabilidad de alimentos, ver qué mezclar diariamente y qué incluir para prevenir cualquier déficit”, explica.
“También destaca que, para que sea saludable, se debe tener una alimentación nutritiva y variada. No nos sirve una alimentación basada en puro pan y fideos”, agrega.
Esto trae recuerdos a Jaña, quien cuenta cómo empezó a alimentarse en base a plantas: “Lo hice de un día para el otro, entonces era muy ignorante y no sabía qué cosas eran veganas y que no”.
“Me alimentaba casi sólo con fruta y cereales, dejé el pan, dejé todo. Aunque existe la marraqueta, el pan pita, hallullas congeladas y muchos panes veganos, yo no lo sabía y comía ensalada, frutas y avena, acabé perdiendo 7 kilos”, añade.
Es por eso que llama a informarse antes de realizar cualquier cambio y tener en cuenta reemplazos, como el queso vegano.
Lo infaltable en la mesa vegana
De acuerdo al chef, se debe partir con platos en base a superalimentos, que son productos con un muy alto valor nutricional. “En la despensa no deberían faltar frutos secos, variedades de legumbres, cereales y por supuesto vegetales”, menciona.
“Por ejemplo, uno de los productos que más me gusta ocupar es la quinoa, que tiene tantas propiedades con un valor nutricional incomparable con cualquier otro alimento: contiene proteínas formadas por sus aminoácidos los cuales contiene los 9 tipos esenciales, fibra dietética, es una buena fuente de fósforo, hierro y zinc, en cuanto a vitaminas tiene casi todas las del complejo B”, dice.
“Al final, toda dieta es entretenida mientras se tenga imaginación para combinar y jugar con los ingredientes, atreverse a innovar, probar nuevos sabores y sentirse chef en su cocina”, cierra el profesional.