El desarrollo de vehículos autónomos sigue siendo un desafío significativo para Elon Musk, el fundador de Tesla, la marca de automóviles eléctricos más reconocida a nivel mundial. A pesar de que el Model Y ha superado en ventas anuales a todos los fabricantes de automóviles tradicionales, Musk enfrenta otros proyectos pendientes, entre ellos el sistema de conducción autónoma conocido como Full Self-Driving (FSD). Este sistema tiene como objetivo permitir que los vehículos eléctricos sean accesibles a un público más amplio, siempre y cuando se logre un precio competitivo en el mercado.
El pasado 10 de octubre, Musk presentó oficialmente la última versión de su Robotaxi, denominado Cybercab. Este vehículo compacto se caracteriza por sus menores dimensiones y por la ausencia de mandos tradicionales, ya que está diseñado para ser operado sin intervención humana. En lugar de un volante o palancas de avance y retroceso, el Cybercab cuenta con una gran pantalla en el centro del tablero. Además, Musk anunció que otro modelo, el Cybervan, un furgón de pasajeros con mayor capacidad, también será completamente robotizado y estará disponible para la venta en el año 2027. Sin embargo, Musk no ha especificado una fecha exacta para el lanzamiento, lo que ha llevado a que se dilaten las expectativas.
Entre los proyectos de Tesla, también se encuentra el Semi, un camión semirremolque completamente eléctrico, y la Cybertruck, una pick-up que, aunque ya están en el mercado, aún deben cumplir con la normativa para su circulación. Por otro lado, el Roadster, un deportivo de alta gama, aún no ha sido lanzado. Recientemente, se ha observado un desarrollo significativo en la Gigafábrica de Texas, donde se ha visto circular un vehículo que podría indicar un avance en la producción de estos modelos.
El camino hacia la autonomía total es largo y complejo. Para que Tesla pueda ofrecer vehículos autónomos, necesita recibir la homologación de su tecnología, lo que actualmente no ha logrado, a diferencia de otras marcas como Mercedes-Benz, que ya ha conseguido dicha certificación. Esto permite a Mercedes-Benz ofrecer servicios a sus clientes actuales.
La opinión de expertos en el campo, como Marcela Riccillo, doctora en Ciencias de la Computación y profesora de Inteligencia Artificial y Robótica en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), es que ha habido un avance notable en la tecnología de vehículos autónomos, aunque aún no se ha alcanzado la autonomía total. Según Riccillo, “se ha evolucionado notablemente en los autónomos, pero aún no hemos llegado al autónomo total; creería que tardará en llegar”. Ella explica que existen seis niveles de asistencia en la inteligencia artificial aplicada a los automóviles, donde el nivel 0 representa vehículos sin asistencia, y el nivel 5 es el de autonomía total.
Ricillo señala que los dos primeros niveles son los más comunes en la actualidad. En el nivel 1 y 2, la máquina ayuda al humano, mientras que en el nivel 4, la máquina puede operar de manera autónoma en ciertas condiciones, y en el nivel 5, el vehículo es completamente autónomo.
“Los únicos vehículos que han probado la autonomía son los convencionales que circulan en espacios predeterminados, escaneando su entorno y desplazándose con certeza ante cada obstáculo”, explica Riccillo. En algunas ciudades como San Francisco y en ciertas áreas de China, estos vehículos funcionan bajo un sistema de “hoja de ruta” precargada. En el ITBA, se está desarrollando un vehículo autónomo dentro del Parque de Innovación.
Ricillo concluye que no está segura de si algún día se alcanzará la autonomía total en el nivel 5, y menciona que, aunque teóricamente sería sencillo programar un vehículo para que opere de manera completamente autónoma, la realidad es más compleja.