
El comediante chileno Edo Caroe, conocido por su agudo sentido del humor y su éxito en el Festival de Viña, tuvo una infancia marcada por el fútbol, donde soñaba con ser arquero. Su nombre completo es Eduardo Carrasco Rodríguez, y durante su niñez en Temuco, fue apodado “Varguitas” en honor al famoso portero de la Universidad de Chile, Sergio “Superman” Vargas. Caroe jugó en el club Santos de Temuco, que también fue la cantera de otros destacados futbolistas como Marcelo Salas.
Inicios en el fútbol
Desde una edad temprana, Caroe mostró un gran interés por el fútbol, desempeñándose como arquero. Su pasión por el deporte lo llevó a imitar los movimientos y gestos de sus ídolos en el campo. En sus propias palabras, ha mencionado: “Casi todos mis recuerdos de Temuco tienen que ver con las escuelas de fútbol o con scout, del grupo número 7 de Tucapel”. Esta conexión con el fútbol fue tan fuerte que, según él, si no hubiera optado por la carrera de comediante, probablemente habría intentado dedicarse al deporte profesional.
Reflexiones sobre su carrera
Con su característico humor, Caroe ha hecho comentarios irónicos sobre su trayectoria en el fútbol. En una entrevista con La Junta, expresó su frustración al comparar su vida con la del arquero Claudio Bravo, afirmando: “Pude tener su vida. Yo estaría en Europa, de verdad. Siempre he pensado que Claudio Bravo me quitó la carrera”. Esta broma refleja su sentido del humor y su capacidad para ver el lado cómico de su camino profesional.
A lo largo de su carrera, Edo Caroe ha logrado consolidarse como una de las figuras más relevantes del humor en Chile, pero su historia en el fútbol sigue siendo un aspecto interesante de su vida que pocos conocen. Su trayectoria en el deporte, aunque breve, dejó una huella en su infancia y en su desarrollo personal.