2024: Un año inolvidable para los amantes de la astronomía con eventos celestiales impactantes

Descubre los 6 fenómenos astronómicos más impresionantes de 2024.
Descubre los 6 fenómenos astronómicos más impresionantes de 2024.

El año 2024 se destacó como un periodo excepcional para los entusiastas de la observación estelar, tanto profesionales como aficionados, debido a la aparición de eventos astronómicos impresionantes que dejaron imágenes memorables. Entre los fenómenos más relevantes se encontró un eclipse solar total, que fue especialmente visible en el hemisferio norte, seguido de un eclipse anular que tuvo como protagonistas a Argentina y Chile. Estos espectáculos naturales fueron acompañados por otros eventos igualmente impactantes, como las auroras polares visibles en ambos extremos del planeta, un cometa tan brillante que pudo ser observado a simple vista, y múltiples superlunas que adornaron el cielo nocturno. Los telescopios espaciales han captado una belleza inigualable, aportando a los científicos materiales fundamentales para el estudio, pero existe un encanto especial en observar estos fenómenos con los propios ojos, lo que hace que la experiencia de contemplar directamente desde la Tierra sea insustituible para quienes disfrutan del cielo nocturno.

Eclipse solar total y anular

El eclipse anular de octubre mantuvo a la población expectante durante días, y los habitantes disfrutaron del espectáculo a través de distintos medios durante las horas que duró. Este evento ofreció un contraste interesante frente al eclipse total de abril, mostrando la variación igualmente fascinante en el alineamiento entre la Luna y el Sol. En el caso del eclipse anular, aunque la Luna se posicionó perfectamente frente al Sol, su disco no cubrió completamente al Sol debido a su tamaño aparente. Esto dio lugar al famoso “anillo de fuego“, un espectáculo luminoso donde los bordes solares permanecen alrededor de la silueta lunar. La combinación de efectos hizo que este fenómeno fuera impresionante y sobrecogedor para aquellos que pudieron estar presentes, siendo difícil comparar cualquier otro evento celestial.

Auroras boreales

Un mes después del eclipse de abril, otro fenómeno natural protagonizó el cielo: las auroras boreales. Estas auroras fueron el resultado de potentes explosiones solares que expulsaron grandes cantidades de gas, enviando este material al espacio y provocando una interacción directa con el campo magnético de la Tierra. Como resultado, tanto la aurora boreal como la aurora austral se hicieron visibles en latitudes inusualmente alejadas de los polos, formando vistas extraordinarias en regiones donde estas son habituales. El encuentro de partículas con la atmósfera terrestre iluminó los cielos nocturnos con vibrantes colores que dejaron sorprendidos a expertos y aficionados por igual. El recorrido de estas auroras se centró principalmente en el océano Pacífico, incluyendo la icónica Isla de Pascua (Rapa Nui), un territorio chileno situado próximo a Oceanía. Este evento agregó un momento inolvidable al calendario astronómico de 2024, atrayendo la atención de observadores en algunas de las regiones más remotas del sur.

Las superlunas

Hacia finales de 2024, se presentó una serie de cuatro superlunas, conocidas técnicamente como “sicigias perigeo“. Estas ocurren cuando la fase de luna llena coincide con el punto en el que la Luna se encuentra más cerca de la Tierra, lo que hace que parezca más grande en el cielo. Las superlunas se presentaron casi de forma consecutiva entre agosto y noviembre, incluyendo las lunas de Esturión, Cosecha, Cazador y finalmente Castor. Esta última superluna es un hecho inusual, ya que no se repetirá hasta el año 2043. Esta cadena de acontecimientos convirtió a las superlunas en protagonistas constantes durante los últimos meses del año. El 8 de noviembre marcó uno de los momentos más memorables, donde la trayectoria de la luna abarcó varios estados de Estados Unidos, México y el extremo de Canadá. Durante esos pocos minutos preciosos, los observadores tuvieron el privilegio de ver el sol visible en todo su esplendor plateado, mientras la temperatura descendía bruscamente y un silencio absoluto se apoderaba del entorno, incluso deteniendo el canto de los pájaros.

Cometa Tsuchinshan-ATLAS

Otro destacado evento fue la aparición del cometa A3 Tsuchinshan-ATLAS, considerado uno de los más brillantes desde el paso del cometa Hale-Bopp en 1997. En octubre, este cometa iluminó el cielo con suficiente intensidad como para ser visto, atrayendo a aficionados de la astronomía. Una característica particularmente notable de este cometa es que, a diferencia de otros, su cola apuntaba hacia el Sol, lo que es poco común. Este detalle, junto con su brillo excepcional, dejó una impresión duradera en aquellos que tuvieron la oportunidad de observarlo directamente.