Los mercados europeos están experimentando un rezago significativo en comparación con Wall Street, alcanzando un margen récord tras la reciente victoria electoral de Donald Trump, lo que ha llevado a una disminución en las acciones de la región y a una caída del euro. Las acciones en Estados Unidos han alcanzado niveles máximos históricos después de que el republicano asegurara su segundo mandato, con un aumento cercano al 25 por ciento en lo que va del año. En contraste, las acciones europeas han mostrado una tendencia a la baja mientras los operadores intentan evaluar las implicaciones de las tarifas prometidas por Trump a los exportadores.
Desempeño de los mercados
El índice Stoxx Europe 600 ha registrado un incremento marginal este año en términos de dólares, manteniéndose por detrás del S&P 500 por el margen más amplio documentado, incluso después de una venta masiva en Wall Street el pasado viernes. Según analistas de Barclays, se ha generado una notable “prima de Trump” entre los dos mercados de acciones.
Impacto en el euro
El euro ha caído a su nivel más bajo en un año, situándose alrededor de $1.05, con la mayor venta masiva desde la crisis energética de 2022. Esta situación se debe a que los inversores anticipan un impacto negativo en el crecimiento de Europa, lo que podría llevar al Banco Central Europeo (BCE) a implementar recortes de tasas de interés de manera más agresiva, justo en un momento en que el crecimiento en Estados Unidos se fortalece.
Chris Turner, jefe global de mercados de ING, comentó: “Los inversores temen que Europa esté en la primera línea de la próxima guerra comercial”. En este contexto, se considera que, en ausencia de un estímulo fiscal europeo, el apoyo económico deberá provenir del BCE. Este banco es uno de los que ahora predicen que el euro podría alcanzar la paridad con el dólar, o acercarse a ella, para finales del próximo año.
Expectativas de recortes de tasas
Los mercados de futuros han estimado alrededor de tres recortes de un cuarto de punto por parte de la Reserva Federal de EE. UU. para finales del próximo año, según los niveles implícitos en los mercados de swaps. Esto contrasta con las expectativas de seis recortes por parte del BCE en el mismo período.
Los inversores sostienen que, aunque puede ser complicado prever qué aspectos de la retórica de campaña de Trump se transformarán en políticas concretas, su primer mandato indica que el proteccionismo económico será una prioridad alta. El presidente electo ha amenazado con imponer tarifas del 60 por ciento a las importaciones chinas a EE. UU. y aranceles generales del 10 al 20 por ciento a otros socios comerciales. Según analistas, estas medidas dejarán a los fabricantes europeos enfrentando un doble desafío: mayores costos de exportación y la posibilidad de que China inunde la región con importaciones a bajo costo.
Perspectivas para las empresas
Al mismo tiempo, varias de las políticas propuestas por Trump, como los recortes de impuestos y la desregulación, han mejorado las perspectivas para las empresas estadounidenses. Drew Pettit, estratega de acciones estadounidenses de Citi, afirmó: “El sentimiento es realmente débil en Europa y muy, muy fuerte en los EE. UU. en este momento”.
Este contexto económico resalta las diferencias significativas entre los mercados de acciones de Europa y Estados Unidos, así como las expectativas de los inversores sobre el futuro económico en ambas regiones.