El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, fue condenado el viernes 10 de enero de 2025 en relación con el caso de la exactriz de cine para adultos Stormy Daniels. Esta sentencia, aunque simbólica e histórica, no conlleva prisión ni multa. Durante la audiencia, el juez del Tribunal de Distrito de Manhattan, Juan Merchan, afirmó: “Este tribunal determinó que la única sentencia legal que permite la entrada de una sentencia condenatoria sin invadir el cargo más alto de la tierra, es un descargo incondicional”.
La condena, que se considera poco habitual, mantiene la culpabilidad de Trump, pero no implica una condena a prisión, multa o libertad condicional. El ex presidente, de 78 años, se prepara para regresar a la Casa Blanca el próximo 20 de enero. En mayo de 2024, un jurado popular había declarado a Trump culpable de 34 cargos de falsificación contable, relacionados con el encubrimiento de un pago de 130,000 dólares a Stormy Daniels en la recta final de las elecciones de 2016. Este pago se hizo pasar como gastos legales, en el contexto de una supuesta relación extramatrimonial que Trump habría mantenido años antes.
Trump calificó el proceso penal como una “vergüenza para el sistema” judicial, argumentando que el juicio se llevó a cabo “para dañar mi reputación para que perdiera las elecciones y obviamente eso no funcionó”. Estas declaraciones fueron realizadas por el magnate durante una videoconferencia desde Florida, donde se encontraba acompañado de uno de sus abogados.
El día anterior a la condena, Trump enfrentó un revés adicional cuando la Corte Suprema, de tendencia conservadora, rechazó por un estrecho margen de cinco votos contra cuatro un recurso de urgencia que buscaba impedir el anuncio de la sentencia. Este caso es uno de los cuatro frentes judiciales que Trump tiene abiertos en la actualidad.