Diego Hernán Valdés San Martín, de 41 años, ha confesado haber decapitado a su compañero de celda en la Cárcel de Concepción el 9 de noviembre. Su declaración, realizada a un perito médico psiquiatra al día siguiente del homicidio, expone una serie de alucinaciones y delirios que giran en torno a pactos demoníacos y sacrificios.
Detalles del crimen
Valdés San Martín, quien es considerado el principal sospechoso de este crimen, relató que él y su víctima eran amigos desde antes, habiendo compartido tiempo en diversas ocasiones en diferentes penales, incluyendo Arica. En su declaración, el reo mencionó: “Con él, éramos amigos, los conocimos de antes, en Arica, si vivimos varias veces juntos… En los penales”.
El imputado, que estaba cumpliendo condenas que sumaban un total de 16 años, proporcionó detalles inquietantes sobre el crimen. Según su relato, la conversación entre él y su compañero se tornó oscura y surrealista. Valdés explicó: “Al final hablamos del Joker, el bufón ese de la carta, que uno podía hacer pacto con el diablo, y temas así… Estuvimos harto rato así, y él estaba armando su cama…”.
Contexto del homicidio
El relato de Valdés San Martín sugiere que la conversación que mantuvieron antes del homicidio pudo haber influido en su estado mental y en la decisión de cometer el acto violento. Las alucinaciones y delirios que experimentó, según su testimonio, están relacionados con la creencia en pactos demoníacos, lo que añade una capa de complejidad a la comprensión de su comportamiento en el momento del crimen.
Este caso ha generado gran interés y preocupación, no solo por la naturaleza del crimen, sino también por las implicaciones sobre la salud mental del imputado y el entorno carcelario en el que se desarrolló el suceso. La declaración de Valdés San Martín será un elemento clave en el proceso judicial que se llevará a cabo en su contra.
