Este miércoles, el programa Sin Filtros vivió un episodio de alta tensión tras la victoria de José Antonio Kast en la segunda vuelta electoral. La intervención de Dauno Tótoro, panelista vinculado a la izquierda y la extrema izquierda, acaparó la atención al proponer la organización de movilizaciones y protestas “desde el día 1” del nuevo gobierno. Tótoro justificó su llamado en la necesidad de defender los derechos de los trabajadores y anticiparse a políticas que, según él, amenazan las conquistas sociales. Este planteamiento, realizado en un contexto post electoral, generó reacciones inmediatas y marcó el tono del debate.
Las respuestas desde el sector derecho del panel fueron rápidas. Figuras como Gloria Naveillán y Constanza Hube acusaron a Tótoro de incitar a la violencia y de no aceptar el resultado democrático de las urnas. Un momento particularmente tenso ocurrió cuando Hube le recordó a Tótoro que “no llegaste al Congreso porque no te votaron”, cuestionando así su legitimidad política. Este intercambio elevó la temperatura del programa y abrió un debate sobre si tales llamados podrían justificar acciones legales o si se encuentran protegidos por la libertad de expresión.
El cruce de opiniones se volvió rápidamente tendencia en redes sociales, con múltiples clips difundidos en X que lograron miles de interacciones en pocas horas. Aunque el programa también abordó otros temas, como el acercamiento post electoral de partidos como Evópoli, Amarillos, UDI y Demócratas hacia Kast, las intervenciones de Tótoro fueron las que concentraron la mayor atención y críticas. Algunos panelistas minimizaron la posibilidad de una “calle movida” en los primeros meses del nuevo gobierno, mientras que otros advirtieron que el clima de polarización podría escalar rápidamente.
Dauno Tótoro, historiador y dirigente del Partido de Trabajadores Revolucionarios, es un referente del trotskismo en Chile y ha sido una figura recurrente en Sin Filtros desde 2021. Su trayectoria incluye participación en el movimiento estudiantil, candidaturas electorales y llamados a la movilización social durante el estallido social de 2019, lo que le valió una querella por Ley de Seguridad del Estado, que fue posteriormente desestimada. Admirado por sectores de la izquierda radical y criticado por la derecha, su figura vuelve a estar en el centro del debate público en un Chile que inicia un nuevo ciclo político caracterizado por la confrontación y la desconfianza.
