Aumento de enfermedades respiratorias genera alerta por el coqueluche en lactantes y niños pequeños

Coqueluche: síntomas y vacunación contra la tos convulsiva en Chile.
Coqueluche: síntomas y vacunación contra la tos convulsiva en Chile.

A medida que se aproxima el otoño, surgen inquietudes sobre el incremento de enfermedades respiratorias, entre las cuales se encuentra el coqueluche, también conocido como tos convulsiva o tos ferina. Esta infección es provocada por la bacteria Bordetella pertussis, que se propaga a través de la tos o el estornudo. En poblaciones vulnerables, como los lactantes y los niños pequeños, el coqueluche puede acarrear complicaciones severas.

Prevención del coqueluche

La buena noticia es que el coqueluche puede ser prevenido mediante un esquema de vacunación que forma parte del Programa Nacional de Inmunizaciones (PNI). Este esquema incluye las siguientes dosis:
— A los dos meses: vacuna hexavalente.
— A los cuatro meses: vacuna hexavalente.
— A los seis meses: vacuna hexavalente.
— A los 18 meses: refuerzo hexavalente.
— En primero básico: refuerzos de la vacuna dTp acelular (dTpa).
— En octavo básico: refuerzos de la vacuna dTp acelular (dTpa).
La vacuna hexavalente no solo protege contra el coqueluche, sino también contra la difteria, el tétanos, la hepatitis B, la poliomielitis y enfermedades causadas por Haemophilus influenzae tipo b. Por otro lado, la vacuna dTp acelular también ofrece protección contra la difteria y el tétanos.

Además de las vacunas dirigidas a lactantes y niños, el Ministerio de Salud ha incluido la vacuna dTpa para las mujeres que se encuentran en la semana 28 de gestación. Este momento es crucial, ya que es cuando la placenta transfiere la mayor cantidad de anticuerpos al feto desde la madre.

Síntomas del coqueluche

El periodo de incubación del coqueluche es generalmente prolongado, como indican desde la Clínica Mayo. Usualmente, este periodo oscila entre 5 y 10 días, aunque puede extenderse hasta tres semanas antes de que aparezcan los primeros síntomas, que al principio son leves y se asemejan a los de un resfriado.

Los síntomas iniciales durante las primeras semanas suelen incluir goteo nasal, fiebre leve y una tos leve y ocasional. Sin embargo, conforme el coqueluche avanza, los síntomas se agravan y pueden incluir:

  • Ataques de tos, rápidos y consecutivos.
  • Vómitos durante o después de los ataques de tos.
  • Agotamiento.
  • Rostro enrojecido o azulado.

A menudo, la tos puede culminar en un sonido similar a un grito o chillido agudo, aunque esto no se presenta en todos los casos. En los bebés pequeños, es posible que no se observe tos, sino únicamente dificultad para respirar o episodios en los que dejan de respirar por completo (apnea).

Aunque cualquier persona puede contagiarse de tos convulsiva, en los niños pequeños la enfermedad tiende a manifestarse de manera más severa. En situaciones graves, puede ser necesaria la hospitalización y el tratamiento con antibióticos.

Ante la sospecha de tos ferina, es fundamental consultar con un proveedor de salud para recibir orientación sobre los pasos a seguir.