La ministra del Interior, Carolina Tohá, abordó la reciente aprobación de la Ley Antiterrorista, la cual incluyó partidas que fueron rechazadas por miembros del Partido Comunista y del Frente Amplio (FA). Tohá minimizó la importancia de estos rechazos, afirmando que forman parte del proceso normal de tramitación de una ley y que “no hay que transformarlo en una tragedia”.
Detalles sobre la aprobación de la ley
En una entrevista con Radio Infinita, la ministra Tohá explicó que la Ley Antiterrorista fue aprobada con un acuerdo total hace varias semanas. Sin embargo, quedaron pendientes dos temas menores que se discutieron en una comisión mixta, donde surgieron diferentes opiniones y debates. Tohá destacó que, en realidad, lo que se puede señalar respecto a la ley es que, por primera vez, todos los sectores lograron llegar a un acuerdo sobre una legislación que tipifica el terrorismo.
Reacciones a la posibilidad de un requerimiento al Tribunal Constitucional
La ministra también se refirió a la posibilidad de que los parlamentarios del PC y del FA presenten un requerimiento al Tribunal Constitucional en relación con la nueva legislación. Tohá consideró que esto no tiene relevancia, ya que el proyecto de ley será revisado por el TC de manera obligatoria, lo que significa que, independientemente de las opiniones de los legisladores, el control de constitucionalidad se llevará a cabo.
El proceso de tramitación de la ley
Tohá enfatizó que si algunos legisladores ponen énfasis en ciertos puntos, esto es parte del proceso de tramitación de una ley y no debe ser visto como un motivo de alarma. Afirmó que, independientemente de lo que ocurra en el Tribunal Constitucional y de lo que suceda en la Comisión Mixta, el cuerpo de la Ley Antiterrorista ya había sido aprobado con un amplio consenso.
La importancia del debate en democracia
La ministra también subrayó que los temas de debate son comunes en todos los ámbitos y que no se puede simplificar la situación al punto de pensar que no habrá discusión. En su opinión, cuando surgen diferencias, estas deben ser votadas. Tohá contrastó esta situación con lo que ha ocurrido históricamente en tramitaciones similares, donde no se lograban resolver los temas centrales, lo que impedía el avance en la legislación.
“En una democracia no hay que escandalizarse porque algo se vote y una postura gane y otra pierda. Lo que realmente debería preocuparnos es que esas diferencias impidan que se vote y que se apruebe una ley”, concluyó Tohá.