Cómo apoyar a padres de niños con cáncer sin abrumarlos: consejos de expertos

Consejos de expertos para apoyar a padres de niños con cáncer sin abrumar.
Consejos de expertos para apoyar a padres de niños con cáncer sin abrumar.

El diagnóstico de cáncer en un hijo o hija puede ser devastador para los padres, generando una serie de emociones complejas y difíciles de manejar. Según la Sociedad Americana contra el Cáncer, los sentimientos que surgen en este contexto no son categorizados como buenos o malos, ya que cada persona puede experimentar la situación de manera diferente. Entre las emociones más comunes se encuentran la conmoción, la incredulidad, la negación, el miedo, la ansiedad, el agobio, la tristeza, la depresión, el enojo y la culpa. La psicooncóloga de la Clínica Las Condes, María José Díaz, señala que la culpa es uno de los sentimientos que más persiste en los padres de los pacientes.

Díaz explica que “los padres intentan encontrar una razón para algo que no tiene una lógica clara, ya que el cáncer infantil no está relacionado, en su mayoría, con factores hereditarios o prevenibles, como en el caso de los adultos”. Por su parte, la psicooncóloga Isabel Valles Varela, en su libro “Te Acompañamos en el Cáncer Infantil”, describe la experiencia inicial de los padres como “muy similar a la de un terremoto o tsunami de gran impacto, con todo lo que esto implica”.

La psicooncóloga Díaz también menciona que “la mayoría de las veces ocurre que los padres o cuidadores principales del paciente se sentirán abrumados con la información médica que se les entrega, puesto que el estado emocional en que se encuentran dificulta el entendimiento y todo aquello que sea nuevo será más difícil de comprender y aprender”.

La importancia de expresar las emociones

El proceso de diagnóstico y tratamiento no solo afecta a los padres, sino que también es complicado para el círculo cercano, que a menudo no sabe cómo apoyar a la familia en este difícil momento. Díaz aclara que “todas las familias son diferentes, no hay recetas mágicas”. En una primera instancia, es fundamental educar a los familiares sobre la normalidad de sentir rabia, incertidumbre y enojo, incluso hacia Dios o cualquier otra creencia. Los padres, que desean lo mejor para sus hijos, se ven obligados a enfrentar procedimientos invasivos y dolorosos, lo que puede intensificar su angustia.

Un aspecto crucial que destaca la psicooncóloga es que muchos padres creen que “la pena se la tienen que guardar”, pero esto no debería ser así. “Es necesario que los papás expresen sus emociones con los hijos, siempre con esperanza, sincerando miedos, penas… Para un niño es difícil de entender que, si él no está bien, los papás no expresen lo que sienten, porque ese niño puede pensar que a sus papás no les importa o no lo quieren”.

Consejos para el círculo cercano

Dado lo anterior, el apoyo del círculo cercano a la familia se vuelve fundamental. Los profesionales ofrecen diversos consejos sobre cómo acompañar a los padres en este proceso:

  • No abrumar: El principal consejo para hermanos, primos, amigos o padres de quienes tienen hijos con cáncer es acompañar en tareas sencillas o cotidianas, como ir a comprar el pan o llevar a otros hijos a actividades. Es importante enviar un mensaje que diga “estoy aquí”, pero sin abrumar en el proceso. Díaz enfatiza que “uno tiene que pensar que, incluso, la batería del celular se agota cuando están hospitalizados, entonces, es un estrés más tener que estar contestándoles a todos”.
  • No tomárselo personal: Es recomendable no tomar a lo personal o cobrar sentimientos cuando los padres no contestan, ya que su prioridad es otra, según la psicooncóloga.
  • Coordinar la comunicación: Crear un grupo de WhatsApp puede ser útil para compartir información importante sobre el estado de salud del menor cuando está hospitalizado. Esto evita que los padres tengan que responder repetidamente a las mismas preguntas, lo que puede resultar agobiante.
  • Fomentar que los niños se reúnan: Un niño con cáncer no necesariamente debe estar aislado. Es clave que, dentro de lo posible, continúe reuniéndose con amigos y participando en actividades. “El niño necesita tener sus rutinas, seguir viendo a sus amigos, tener su espacio”, recalca María José Díaz.
  • Preocupación desde lo cotidiano: Finalmente, se recomienda al círculo cercano apoyar con tareas prácticas, como hacer las compras, pagar cuentas, preparar comidas o trasladar a otros hermanos, para aliviar la carga de los padres.

Este enfoque integral en el apoyo emocional y práctico puede ser crucial para ayudar a las familias a enfrentar el difícil proceso del diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil.