¿Qué revela un nuevo estudio sobre el aumento del cáncer colorrectal en jóvenes?

Explora cómo el envejecimiento y hábitos nocivos influyen en el cáncer colorrectal juvenil.
Explora cómo el envejecimiento y hábitos nocivos influyen en el cáncer colorrectal juvenil.

El cáncer colorrectal se ha convertido en el tercer tipo de tumor más prevalente a nivel mundial y es la segunda causa de mortalidad por enfermedades oncológicas. Este tipo de cáncer afecta principalmente a personas mayores de 50 años, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). En la última década, se ha observado un aumento en las tasas de incidencia de cáncer colorrectal en personas menores de esta edad, con un crecimiento del 2% anual, fenómeno que ha sido identificado como aparición temprana. Este cambio ha motivado diversas investigaciones centradas en los factores biológicos que evalúan el envejecimiento del cuerpo más allá de los años vividos.

Investigaciones recientes sobre el cáncer colorrectal

Un estudio reciente, publicado en Cancer Prevention Research y desarrollado por investigadores de la Universidad de Miami, señala un aumento acelerado del 16% en el riesgo de desarrollar pólipos colorrectales, que son crecimientos de tejidos blandos que actúan como precursores del cáncer. Estos pólipos afectan entre el 20% y el 30% de los adultos, y se ven influenciados por hábitos como el consumo de alcohol y la obesidad, así como otros factores relacionados con el estilo de vida.

El análisis epigenético realizado en este estudio permitió establecer una relación entre los resultados de las colonoscopias y la medición de la metilación del ADN, lo que a su vez estableció un vínculo con las lesiones precoces de tipo precanceroso. Además, se identificó que el sexo masculino es un factor relevante en la patología del cáncer colorrectal.

Desafíos globales y regionales en la lucha contra el cáncer colorrectal

De acuerdo con los últimos datos emitidos por la OMS, el cáncer colorrectal representa aproximadamente el 10% de todos los casos de cáncer, constituyendo un desafío crítico para los sistemas de salud. En la Región de las Américas, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la incidencia es de 10,2% en hombres y 9,6% en mujeres, ocupando el mismo puesto en cuanto a mortalidad en ambos sexos, con un 10,6%. Asimismo, la OMS indicó que en 2020 se registraron 1,9 millones de nuevos casos y cerca de 930,000 muertes a nivel mundial.

La American Society advierte que durante la vida, 1 de cada 23 a 25 personas desarrollará cáncer colorrectal, aunque este riesgo puede ser mayor en individuos predispuestos. Además, se explica que el desarrollo del cáncer colorrectal está asociado directamente con la necesidad de incorporar indicadores biológicos avanzados en los programas de tamizaje. Este aumento en la incidencia ha transformado las recomendaciones internacionales sobre la detección y prevención del cáncer colorrectal.

Perspectivas sobre la prevención y el tamizaje

La doctora Shria Kumar, en un comunicado de prensa, afirmó que “la idea interesante es que cuando se excede la edad cronológica, suena bastante teórico, pero en realidad se ha demostrado que predice el tiempo hasta el desarrollo de múltiples cánceres”. Este fenómeno, combinado con la necesidad de plantear estrategias preventivas personalizadas, se vuelve crucial en la lucha contra el cáncer colorrectal.

En América Latina, los retos se intensifican debido a desigualdades estructurales. El doctor Luis Caro, en diálogo con Infobae, comentó que “el cáncer de colon es un problema de salud que afecta a gran parte de la población mundial. Hoy en día, está siendo objeto de atención gracias a los estudios de prevención que se están realizando”. Esto implica que, aunque el cáncer de colon sigue siendo un problema, los estudios de prevención están comenzando a dar resultados.

El equipo que lideró el estudio destacó que “cada año hay probabilidades de presentar un pólipo preneoplásico”, lo que resalta la importancia de integrar herramientas epigenéticas en las pruebas de detección, lo que podría permitir una detección más precisa. La edad se presenta como un indicador clave, ya que se mide mediante marcadores fisiológicos epigenéticos que reflejan el funcionamiento del cuerpo, y la diferencia cronológica solo considera un aspecto, mientras que permite detectar otros factores.

Intervenciones y recomendaciones para la salud intestinal

El objetivo de estas investigaciones es evaluar sitios específicos relacionados con el cáncer colorrectal. Sin embargo, también se identificó que hay determinantes biológicos que influyen en la aparición de pólipos. La doctora Kumar señaló que “si bien creo que el hallazgo es emocionante, es importante tener en cuenta que el riesgo de lesiones precoces es mayor en hombres”. Además, agregó que “mientras seguimos analizando los aspectos de riesgo, también debemos evaluar qué diferencial tan importante existe entre los sexos”.

El doctor Caro explicó que “la realización de estudios preventivos ha permitido que la incidencia de cáncer colorrectal haya disminuido considerablemente”. Las intervenciones deben fomentar cambios en la alimentación y la actividad física, y requieren un enfoque integral. Los expertos aseguran que el tamizaje debe evolucionar para considerar los estilos de vida individuales.

En este sentido, las recomendaciones se centran en reducir el sedentarismo, adoptando una dieta rica en frutas y vegetales, y practicando actividad física regularmente, que son pilares esenciales para disminuir el riesgo de cáncer colorrectal. La relación entre la nutrición intestinal y el microbioma abre nuevas áreas de investigación, como la nutrigenómica, que busca personalizar las intervenciones.

La doctora Kumar destacó que “el régimen higiénico-dietético debe incluir componentes nutricionales de calidad que no afecten negativamente al intestino, así como la práctica de ejercicio físico para evitar el sedentarismo”. Otro aspecto importante es la incorporación de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, que pueden ayudar a detectar aspectos que a menudo pasan desapercibidos en los laboratorios, y que deben integrarse en cada país como parte de la misión de mejorar la salud pública.

Por otro lado, la epigenética está cambiando la forma en que se entienden las enfermedades. Los investigadores están utilizando esta información única para estratificar de manera efectiva los riesgos y facilitar un diagnóstico temprano, lo que a su vez permite una intervención oportuna.