El cáncer de cabeza y cuello es un término que abarca una serie de tumores que afectan diversas áreas, incluyendo la cavidad oral, la nariz, los senos paranasales, la garganta y la laringe. Cada año, se estima que alrededor de 900.000 personas son diagnosticadas con esta enfermedad en todo el mundo. Un metaanálisis reciente, publicado en la revista Cancer, analizó los resultados de 14 estudios que incluyeron datos de 25.000 participantes de Europa, América del Norte y América Latina. Este análisis sugiere que el consumo habitual de café y té está asociado con una reducción del riesgo de desarrollar cáncer en estas áreas.
Resultados del metaanálisis
La investigación indica que ingerir más de cuatro tazas diarias de cafeína se relaciona con un 17% de reducción en el riesgo general de cáncer de cabeza y cuello, y un 30% menos de probabilidad de desarrollar cáncer oral, así como un 22% menos de riesgo de cáncer de garganta. Es importante señalar que los estudios incluidos en el metaanálisis fueron observacionales, lo que implica que no necesariamente demuestran que el consumo de estas bebidas actúe como un protector contra estos tipos de tumores.
Los hallazgos científicos revelaron una asociación entre el consumo de café y té y una disminución en el riesgo de cáncer, aunque los autores del estudio aclararon que se necesita más investigación para determinar las causas subyacentes de este vínculo y el tipo de ingesta que podría estar relacionada con la enfermedad oncológica. Según el análisis, aquellos que consumían café y té a diario presentaron menores probabilidades de desarrollar cáncer en comparación con quienes no consumían estas bebidas. En particular, se observó una relación positiva en el caso del cáncer orofaríngeo. Además, el café descafeinado también mostró ciertos beneficios, aunque estos fueron limitados en el caso del cáncer oral.
Consumo de café y té y su relación con el cáncer
El estudio encontró que beber hasta una taza diaria de café se vinculó con un 9% de reducción en el riesgo, pero se observó una mayor asociación con un incremento del 38% en el riesgo de cáncer de laringe, lo que probablemente se debe a su conexión con el reflujo gastroesofágico, un factor conocido en el desarrollo de este tipo de cáncer. Los investigadores concluyeron que los componentes bioactivos presentes en el café y el té podrían desempeñar un papel en la prevención del cáncer, aunque los mecanismos detrás de esto aún no se comprenden completamente.
La autora principal del estudio, la investigadora Yuan-Chin Amy Lee del Huntsman Institute de la Facultad de Medicina de la Universidad de Utah, comentó: “Si bien ya se han realizado investigaciones previas sobre este tema, nuestro estudio destacó sus diversos efectos en diferentes subsitios, incluida la observación de que incluso tuvo algún impacto positivo”. Además, agregó: “Tal vez otros compuestos también contribuyan a un posible efecto anticancerígeno del té. Los hábitos son bastante complejos, y nuestros hallazgos respaldan la necesidad de investigar cómo estas bebidas pueden tener un papel en la prevención del cáncer”. El equipo subrayó la importancia de realizar futuros estudios que aborden las limitaciones del análisis actual y exploren en detalle cómo podría integrarse el consumo de estas bebidas en estrategias de prevención del cáncer.
Consideraciones sobre el consumo de café y té
Tom Sanders, profesor emérito de nutrición en el King’s College de Londres, quien participó en el estudio, señaló que “las personas que beben mucho café y té tienden a evitar comportamientos nocivos, como fumar y consumir alcohol, lo que podría explicar parte de los resultados”, según explicó el Science Media Centre.
Los resultados del estudio se basaron en 9.548 pacientes y 15.783 personas sin cáncer que completaron cuestionarios sobre sus patrones de consumo de café (cafeinado y descafeinado) y té, especificando la cantidad ingerida por día, semana, mes y año. Los análisis se ajustaron para considerar factores como la edad, el sexo, el tabaquismo y la dieta (incluyendo el consumo de frutas y verduras), lo que permitió un enfoque más preciso y detallado sobre cómo variaban las bebidas en relación con el cáncer.
Limitaciones del estudio
Los autores del estudio señalaron que las observaciones deben interpretarse con cautela debido a ciertas limitaciones. La información proporcionada por los participantes podría ser inexacta, ya que se basó en datos autoadministrados. Asimismo, se analizaron diferencias específicas en el consumo de café, lo que podría influir en los resultados. Adicionalmente, expertos externos advirtieron que es difícil eliminar completamente la confusión relacionada con el consumo de tabaco y alcohol.
El cáncer de cabeza y cuello y su prevención
El cáncer de cabeza y cuello es considerado por algunos especialistas como un “cáncer olvidado” debido a la falta de conocimiento sobre sus síntomas, que pueden incluir disfonía, úlceras bucales o masas cervicales. Se estima que el 90% de los casos de cáncer de cabeza y cuello podrían prevenirse evitando la infección por HPV, que representa un factor clave en su desarrollo.
En relación a los síntomas, el doctor Manglio Rizzo, jefe del Servicio de Oncología Clínica del Hospital Universitario Austral en Buenos Aires, comentó en una nota para Infobae que la manifestación de los síntomas depende de la ubicación del tumor: “Aquellos tumores ubicados en la orofaringe suelen manifestarse con síntomas cervicales correspondientes a metástasis ganglionares o, frecuentemente, amigdalinos, pudiendo generar dolor al tragar y sangrado, mientras que también pueden presentarse alteraciones en la voz”.