
La actriz Brooke Shields ha compartido un video en TikTok donde rememora uno de los momentos más impactantes de su vida, en el contexto de una tendencia viral en la plataforma. En el clip, la actriz menciona: “¡Qué divertida eres! – ¡Gracias, actué como prostituta en una película cuando tenía 12!”, refiriéndose a su papel en la controvertida película Pretty Baby, dirigida por Louis Malle, que se estrenó en el Festival de Cannes en 1978. Este filme marcó un hito en su carrera, ya que fue una de sus primeras experiencias en el cine, a pesar de que sus hijas han evitado verlo por completo hasta la fecha.
La trama de Pretty Baby se desarrolla en Nueva Orleans a principios del siglo XX y sigue la historia de Violet, una niña de 12 años que crece en un prostíbulo, donde su madre, interpretada por Susan Sarandon, trabaja. La narrativa incluye al fotógrafo Ernest J. Bellocq, interpretado por Keith Carradine, quien llega al burdel para retratar a las trabajadoras sexuales. En una de las escenas más impactantes, se observa el ritual de iniciación de Violet, que se presenta casi como una subasta de su virginidad. A pesar de su corta edad, Violet comienza una relación física y sentimental con Bellocq, quien es significativamente mayor que ella.
El filme fue un éxito en el Festival Internacional, donde fue nominado a la Palma de Oro y ganó el Grand Prize técnico. Sin embargo, su lanzamiento comercial fue problemático, ya que fue censurado en varios países debido a la desnudez de la protagonista, que en ese momento tenía solo 11 años durante el rodaje. Aunque no se incluyeron escenas gráficas, la idea de las situaciones propuestas resultaba incómoda. El director, Louis Malle, no tenía la intención de romantizar la prostitución infantil, pero era inevitable que la actriz viviera cierto riesgo al encarnar un rol de tal naturaleza a una edad tan temprana.
En entrevistas anteriores, Shields ha expresado que se sintió incómoda con la forma en que se manejó el contenido sexual en la película. No obstante, este proyecto fue un punto de inflexión que la llevó a otros papeles polémicos, como en Endless Love y la famosa Laguna Azul, donde también trabajó con actores mayores que ella. Durante el rodaje de Pretty Baby, Shields comentó: “Cada detalle fue bien cuidado. La investigación que se hizo para el vestuario fue impresionante, teníamos a los mejores directores de fotografía del mundo. La calidad del talento en ese set es algo que nunca he vuelto a experimentar”, según lo que declaró a NPR en 2023. La grabación de la película duró cuatro meses y, al principio, los productores deseaban que Jodie Foster interpretara el papel principal, pero finalmente fue Shields quien se quedó con el rol tras una audición.
En una conversación con el guionista francés, se le preguntó si era capaz de comprender lo que implicaba el papel. En el rodaje, Shields tenía solo 12 años y su compañero, Carradine, tenía 32. Ella recordó: “Yo no había besado a nadie entonces”, lo que la llevó a sentirse rígida y a arrugar la cara, ya que realmente no sabía cómo actuar en esa situación. Carradine, consciente de la diferencia de edad, fue muy amable y le dijo que eso contaba como su primer beso, lo que también le generó incomodidad.
Actualmente, Shields es madre de dos hijas universitarias, Rowan y Grier, quienes aún no han encontrado el valor suficiente para ver la película que se grabó en 1978. En una entrevista con PEOPLE, Shields expresó: “No me gusta esta película. He visto suficientes clips en TikTok. Prefiero películas divertidas y felices”. En un documental de 2023, se aborda cómo su nombre se convirtió en un símbolo sexual y cómo deseaba que la tomaran en serio por su trabajo, más allá de su apariencia. Pretty Baby fue presentada en el Sundance Film Festival, donde recibió aplausos del público.
La narrativa del documental estuvo a cargo de la directora Lana Wilson, quien también trabajó en Miss Americana de Taylor Swift. En el documental, Wilson explica: “Esta es la verdadera significación de la catarsis, siempre lo entendí mal. Siempre pensé que las experiencias catárticas eran simplemente vomitar tu ser”. El documental plantea un debate sobre la cosificación y sexualización de las mujeres en la industria del cine, exponiendo cómo Shields vivió situaciones que podrían filmarse hoy en día, y cuestiona la responsabilidad de cuidar la seguridad en los sets de filmación. También se menciona cómo la prensa la acosó con preguntas inapropiadas, como cuando la entrevistadora Barbara Walters le pidió que comparara sus medidas frente a la cámara, lo que Shields sintió como un abuso.
A sus 57 años, Shields ha tomado una pausa en su carrera en Hollywood para asistir a la universidad y obtener una licenciatura en Literatura Francesa, con la intención de regresar a la actuación a través de Broadway y comedias. En el documental, reflexiona sobre cómo la industria puede llevar a la fama y al dinero, pero también a la adicción y a perder el rumbo. “Para mí, es un milagro no caer en esas trampas. Pero cuidaba de no convertirme en una alcohólica”, concluye. Los episodios del documental están disponibles en Disney Plus.