Anita Alvarado fue invitada al programa Podemos Hablar el pasado viernes, donde abordó las recientes acusaciones de violación contra Jorge Valdivia, quien se encuentra en prisión preventiva mientras se lleva a cabo la investigación que durará 90 días. Durante la conversación, Alvarado recordó la relación que tuvo Valdivia con su hija Angie, lo que ha generado una enemistad histórica con Daniela Aránguiz.
Las acusaciones contra Jorge Valdivia
Alvarado mencionó que, en su momento, pudo haber denunciado a Valdivia debido a que su hija era menor de edad. Sin embargo, decidió no hacerlo, argumentando que “por defender a una familia, en vez de defender la mía” no llevó el caso a la justicia. Esta declaración resalta la complejidad de la situación y el dilema moral que enfrentó en ese momento.
Reflexiones sobre la situación judicial
En el transcurso del programa, Alvarado reflexionó sobre la situación judicial de Valdivia, afirmando que él y Aránguiz “se creen los dueños del mundo cuando están en la palestra y hacen lo que quieren, pero ahora le están saliendo las cosas”. Esta afirmación sugiere que Alvarado considera que las acciones de Valdivia tienen consecuencias y que, eventualmente, “tarde o temprano uno tiene que pagar” por sus actos.
Posibilidad de reconciliación
Alvarado también se refirió a la posibilidad de una reconciliación entre Valdivia y Aránguiz, sugiriendo que “ahora sí, él puede volver con ella, porque ella es la enamorada eterna, siempre lo va a hacer”. Esta declaración indica que, a pesar de la situación actual, existe la percepción de que la relación entre ambos podría reavivarse.
Confesiones sobre las expectativas de justicia
Finalmente, Alvarado fue consultada sobre lo que espera que ocurra con Valdivia tras las denuncias en su contra. Ella expresó: “¿Qué me gustaría que pasara? Si es que fuera culpable, porque a nadie le consta, me encantaría ver a la Aránguiz haciendo la cola con la bolsita de mercadería”. Esta afirmación pone de manifiesto su deseo de que se haga justicia, y añadió: “Sería una hipócrita con patas si no lo dijera. Además, ella estaba hablando de que mi marido estaba preso, y ella se jactaba”.
Estas declaraciones de Alvarado reflejan no solo su perspectiva sobre la situación de Valdivia, sino también la tensión existente entre ella y Aránguiz, en un contexto donde las acusaciones de violación han generado un gran revuelo mediático.