La investigación sobre el doble asesinato de Andrés “Pillín” Bracamonte, líder de la barra brava de Rosario Central, y su compañero Daniel “Rana” Atardo, ocurrido tras un partido en el Gigante de Arroyito contra San Lorenzo, se centra en la mecánica del ataque y la identificación de los sicarios. Testimonios de hinchas canallas, obtenidos a través de mensajes de voz en WhatsApp y publicaciones en redes sociales, sugieren que los atacantes se desplazaban en una moto. Sin embargo, las declaraciones recogidas en el Hospital Centenario, donde fallecieron las víctimas, indicaron que fueron “tres encapuchados” los que dispararon, según fuentes del caso citadas por Infobae.
Detalles del ataque
El ataque se produjo en la noche del Avellaneda al 700 bis, entre Reconquista y Del Valle Iberlucea, a pocos metros del bar Ribereño. En ese momento, había personas comiendo y caminando hacia sus hogares en un punto de la ciudad que carecía de iluminación pública. Esta falta de luz complica el análisis de las cámaras de videovigilancia de toda la zona. La situación se reflejó en las imágenes publicadas por este medio y en los testimonios de quienes se encontraban en esa cuadra del boulevard.
Las versiones sobre el homicidio indican que, por un lado, los sicarios eran dos y que uno de ellos introdujo un brazo dentro de una camioneta S10 blanca desde la que disparó diez veces con una pistola de calibre 9 milímetros. Por otro lado, los testigos que se encontraban en el hospital declararon a la Policía de Investigaciones que vieron a tres sospechosos encapuchados que abrieron fuego y luego huyeron del lugar.
Avances en la investigación
El fiscal a cargo de la causa, Alejandro Ferlazzo, avanza en esta última línea de investigación. Muchos testigos coincidieron en que una ambulancia pasó por la escena del asesinato sin llevar a ninguna víctima, y también un móvil policial que no se detuvo. Otra pista que se está siguiendo en el legajo es cómo Bracamonte, quien había sido herido en una balacera el 10 de agosto en el estadio tras un clásico local contra Newell’s, quedó tan expuesto en este nuevo ataque armado. En el momento del ataque, iba acompañado de un conductor.
Su camioneta Hilux SRX había sido dejada estacionada en una estación de servicio Puma en Cándido Carballo, a pocas cuadras del lugar del ataque. Se presume que la dejó para poder regresar a su casa en Ibarlucea en su propia camioneta. Los investigadores policiales intentan establecer cómo los agresores identificaron la camioneta, sabiendo que era su vehículo. Un dato que se descarta es que existiera un entregador involucrado en el ataque.
La jefatura de la barra parece haber quedado acéfala tras el ataque. Al lado de Bracamonte siempre estuvo Leopoldo Martín “Pitito” Martínez, quien casualmente tomó el volante y trasladó a Bracamonte en estado delicado hasta el hospital ubicado en Urquiza y Francia. También se desconoce la posible influencia de su hijo mayor, apodado “Andresito”, en la facción de los canallas. Resta ahora saber si Los Monos, quienes exhibieron públicamente un enfrentamiento antes del crimen, buscarán disputar el control de las tribunas auriazules.