La Ley Seca en Chile: su origen y fin en las elecciones

Chile deroga la Ley Seca: un cambio histórico en la cultura electoral que marca el fin de una norma de décadas

La reciente modificación a la Ley 18.700 en Chile ha puesto fin a una norma que durante décadas ha influido en la cultura electoral del país. La conocida como Ley Seca prohibía la venta y consumo de alcohol durante las elecciones, una medida que buscaba reducir la delincuencia y mantener el orden público. Esta ley, que databa de 1988, restringía la venta de alcohol desde las 05:00 horas del día de votaciones hasta dos horas después del cierre de las mesas electorales.

El origen de esta prohibición se relaciona con prácticas de cohecho, especialmente en áreas rurales, donde era común que los candidatos ofrecieran alcohol a cambio de votos. El ministro del Interior, Álvaro Elizalde, explicó que la medida fue implementada para frenar estas conductas y que, según el Servicio Electoral, ya no tenía sentido en la actualidad, lo que llevó a su derogación.

Elizalde destacó que la modificación fue aprobada de manera transversal por el Congreso Nacional, lo que significa que en las elecciones de este año y en las futuras no se aplicará la Ley Seca. La eliminación de esta norma se formalizó en 2024 como parte de la ley N° 21.693, que reformó la Ley Orgánica Constitucional sobre Votaciones Populares y Escrutinios.

Este cambio legislativo se produce en un contexto donde el país enfrenta desafíos políticos y sociales significativos. A solo días de la segunda vuelta electoral, los ciudadanos deben decidir entre diferentes visiones sobre el rol del Estado y la economía. En este marco, se han realizado entrevistas a figuras como Felipe Harboe y Karen Thal, quienes ofrecen perspectivas sobre la situación actual y la importancia de reconstruir la confianza en las instituciones.

La eliminación de la Ley Seca representa un cambio en la percepción de las normas electorales en Chile, reflejando una evolución en la cultura política del país. Sin embargo, el contexto de desconfianza y la percepción de riesgo entre la población continúan siendo temas relevantes en el debate nacional.