Almohadas: ¿realmente tienen fecha de caducidad y cuándo es el momento de reemplazarlas?

Descubre cuándo es el momento ideal para renovar tu almohada y mejorar tu descanso.
Descubre cuándo es el momento ideal para renovar tu almohada y mejorar tu descanso.

El desgaste de las almohadas no solo afecta su apariencia, sino también su funcionalidad. Algunos usuarios han notado que ciertos fabricantes incluyen fechas de caducidad en sus productos, lo que ha generado preguntas sobre si realmente “vencen”. Aunque técnicamente no caducan como los alimentos o medicamentos, existen razones importantes para considerar su reemplazo periódico. Según la Fundación Nacional del Sueño, la mayoría de las almohadas deben ser reemplazadas cada dos años. Esto se debe a que, con el tiempo, acumulan ácaros, polvo, células muertas de piel y alérgenos, además de perder soporte estructural, lo que puede afectar la calidad del sueño. Las almohadas desempeñan un papel crucial en el descanso nocturno, ya que proporcionan el soporte adecuado para la cabeza y el cuello durante varias horas. Sin embargo, estas pueden acumular suciedad y convertirse en un hábitat para el polvo y otros contaminantes. Este deterioro puede pasar desapercibido hasta que se compara una almohada nueva de mejor calidad, como las que se encuentran en hoteles.

La vida útil de las almohadas: ¿cuánto tiempo es suficiente?

De acuerdo con algunos expertos en sueño, las almohadas tienen un período aproximado que permite aprovechar al máximo su funcionalidad antes de que comiencen a hundirse y pierdan su capacidad de soporte. Esta no es una regla estricta, ya que una forma sencilla de evaluar si una almohada necesita ser reemplazada es prestar atención a las señales que da el cuerpo. Si al despertar se siente rigidez o dolor en el cuello, es probable que la almohada esté cumpliendo su función de manera inadecuada. Otra prueba recomendada por especialistas es la llamada “prueba del zapato”, que consiste en doblar la almohada por la mitad y colocar un zapato encima. Si la almohada no recupera su forma original y permanece doblada, es una señal clara de que ha perdido su capacidad de soporte y debe ser reemplazada.

Impacto en la salud

Un estudio publicado recientemente en Allergy, Asthma & Immunology Research destacó que las almohadas albergan una gran cantidad de focos de exposición a alérgenos, lo que puede ocasionar problemas respiratorios y empeorar alergias preexistentes. Además, enfrentan problemas relacionados con la acumulación de aceites naturales de la piel, caspa y productos de higiene personal, que pueden mancharlas y darles un tono amarillento. Este cambio de color, aunque antiestético, es indicativo de la presencia de irritantes que pueden desencadenar alergias. Aunque algunas lavadas pueden eliminar la suciedad, no todas las almohadas son aptas para este proceso. Por ejemplo, las de poliéster suelen ser lavables, pero las de espuma viscoelástica o látex generalmente no lo son. En estos casos, la limpieza localizada es una opción, aunque siempre es recomendable asegurarse de que se eliminen completamente los acumulados.

Diferencias en durabilidad según el material

La durabilidad de las almohadas depende del material con el que están fabricadas. Las de poliéster son menos resistentes y tienen una vida útil corta, de aproximadamente un año. Por otro lado, las de plumón pueden durar hasta tres años si se cuidan adecuadamente. Para prolongar la vida útil de las almohadas de plumón, se recomienda lavarlas regularmente y secarlas en la secadora cada pocas semanas. Esto ayuda a mantener su esponjosidad, elimina la humedad acumulada y reduce la presencia de polvo.

¿Es necesario seguir las recomendaciones al pie de la letra?

Las pautas generales sugieren reemplazar las almohadas cada dos años, pero esto no es absoluto. Si una persona se siente cómoda y descansada utilizando una almohada más antigua, no hay problema en seguir utilizándola, siempre y cuando se mantenga limpia. Es importante lavar las almohadas para evitar la acumulación de suciedad, y el cuidado del cuerpo es clave para determinar cuándo es el momento adecuado para cambiar la almohada. Aunque las almohadas “caducan” en un sentido estricto de la palabra, su impacto en el sueño y, en consecuencia, en el bienestar general es significativo.