El opositor ruso Alexéi Navalni estaba convencido de que su destino en prisión sería la muerte, una certeza que se ha materializado, tal como se detalla en sus memorias escritas durante su encarcelamiento. Estas memorias, tituladas ‘Patriota’, se publican este mes en todo el mundo. En un extracto de sus diarios, que ha sido difundido por la revista estadounidense The New Yorker y recogido por medios españoles, Navalni expresa: “La única cosa a la que deberíamos temer es a abandonar nuestra patria al saqueo de una banda de mentirosos, de ladrones y de hipócritas”, refiriéndose a las altas esferas del poder en Rusia.
Navalni comenzó a redactar ‘Patriota’ en el año 2020, poco después de haber sido víctima de un envenenamiento que casi le costó la vida. En sus escritos, llegó a una conclusión trágica en marzo de 2022, donde afirmaba: “Pasaré el resto de mis días en prisión y moriré aquí”. En el momento de su muerte, el 16 de febrero de 2024, Navalni cumplía una condena de 19 años por “extremismo” en una prisión ubicada en el Ártico.
La comunidad internacional, así como su esposa, han responsabilizado al presidente de Rusia, Vladímir Putin, por su fallecimiento. En sus memorias, Navalni lamenta: “No habrá nadie a quién decir adiós (…) Todos los cumpleaños se celebrarán sin mí. Nunca veré a mis nietos. No seré el tema de ninguna historia familiar. No estaré en ninguna fotografía”, mientras describe la dura realidad de la vida en prisión.
A pesar de las adversidades, Navalni muestra un atisbo de ironía al comparar su situación con la del presidente ruso: “Putin deja a los ministros sentados en la sala de espera por unas seis horas, y mis abogados han de esperar cinco o seis para verme”. Además, explica las razones que lo llevaron a regresar a Rusia desde Alemania, donde se había recuperado del envenenamiento: “No quiero abandonar mi país ni traicionarlo. Si sus convicciones tienen un sentido, deben estar listos para defenderlas y para hacer sacrificios si es necesario”.
La narrativa de ‘Patriota’ abarca la vida de Navalni desde su juventud en la URSS, su despertar político, su firme compromiso en la lucha contra un régimen que busca silenciarlo y erradicar la democracia, así como su profundo amor por Rusia y sus últimos años en prisión. Según la editorial española Península, “sus diarios de prisión, nunca publicados hasta ahora, revelan a un hombre que demostró un espíritu y un compromiso inexpugnables y sirven de llamativo recordatorio de por qué los principios de la libertad individual son importantes”.
