La revolución de la longevidad está en marcha, impulsada por un enfoque integral que abarca no solo la salud física, sino también la interacción social y el bienestar emocional de las personas mayores. Este enfoque se ha vuelto crucial para mejorar la calidad de vida de los mayores, y debe ser implementado desde una edad temprana. En este contexto, el aporte de Alexandre Kalache, un destacado experto en envejecimiento, es fundamental. Nacido en Río de Janeiro, Brasil, Kalache ha transformado la percepción del envejecimiento a lo largo de su carrera. Como médico epidemiólogo y director del Organismo Mundial de la Salud (OMS) entre 1995 y 2009, su visión sobre el futuro del envejecimiento ha sido pionera, abordando un tema que se vuelve cada vez más relevante en el nuevo siglo.
Kalache, quien actualmente tiene 79 años, continúa mostrando una vitalidad notable y sintetiza en su vida lo que predica. Tras obtener su doctorado en el Reino Unido en 2002, ocupó un cargo en el que dirigió el Departamento de Envejecimiento y Ciclo de Vida de la OMS. Fue autor de un documento transformador titulado “Envejecimiento activo“, que estableció un nuevo marco político para entender la vejez. Este documento, que sigue siendo relevante hoy en día, define el envejecimiento activo como la optimización de oportunidades en cuatro pilares clave: salud, educación continua, participación en la sociedad y seguridad. Kalache enfatiza que “cuanto antes pensemos en nuestro futuro, mejores decisiones tomaremos” y añade que “nunca es demasiado tarde para empezar”.
La perspectiva de Kalache revolucionó la forma en que se entiende la vejez, planteándola no solo como un período de cuidados médicos, sino como una etapa de la vida en la que la sociabilización y el acceso a proyectos son igualmente fundamentales para el bienestar. Esta visión holística ha sido la base de numerosos programas a nivel global dirigidos a las personas mayores, y ha sido incorporada en la base actual de la OMS, convirtiéndose en un referente en el ámbito.
Recientemente, Kalache participó en el Silver Economy Forum en Buenos Aires, donde dialogó con Infobae. Durante la conversación, se le preguntó sobre la importancia de prepararse tempranamente para disfrutar de una “buena vida” longeva. Kalache respondió que, para abordar este tema, se inspira en su amiga Jane Fonda, quien ha escrito extensamente sobre la necesidad de redefinir cómo nos sentimos en relación con la vida que vivimos. “Una vida vivida en plenitud es nuestra misión para conseguir la mejor versión de nosotros mismos”, afirmó.
Kalache también realizó un ejercicio con la audiencia, pidiéndoles que cerraran los ojos e imaginaran qué estarían haciendo al cumplir 80 años. Al preguntar cuántos se imaginaban en un hospital geriátrico, la respuesta fue unánime: ¡no! En cambio, al preguntar si estarían activos haciendo algo que nunca habían hecho, como escribir un libro, muchas manos se levantaron. Esto indica que la percepción de la longevidad está cambiando y que depende de la actitud de las personas hacia su futuro.
El experto también abordó la creciente desigualdad que afecta a los mayores en América Latina, especialmente en países como Argentina y Brasil. Kalache hizo un llamado a la “economía plateada” y advirtió sobre la “deuda plateada” que enfrenta la población mayor. A pesar de que hay un sector de la población con un gran potencial, la solidaridad intergeneracional es crucial para evitar que los más vulnerables queden atrás. “Un envejecimiento saludable es un derecho que todos deben poder ejercer plenamente”, afirmó.
Kalache destacó la importancia de que las políticas públicas reconozcan a los mayores no solo como consumidores, sino como ciudadanos que merecen un trato digno y seguro. La idea central que sostiene es que la vejez debe ser vista como una etapa productiva y enriquecedora, donde la seguridad juega un papel clave. Uno de los principales impulsores de esta visión es el Programa Ciudades Amigables para Personas Mayores, lanzado en 2007, que busca transformar los entornos urbanos para que sean accesibles e inclusivos. Durante su intervención en el foro, Kalache subrayó que la falta de infraestructuras adecuadas aísla a los mayores y los priva de su participación activa en la comunidad.
El programa, que ha sido adoptado en mil ciudades alrededor del mundo, busca que las personas mayores puedan moverse de manera independiente y mantener una vida activa. Uno de los primeros lugares donde se implementó fue en el barrio de Copacabana en Río de Janeiro, una zona con altas concentraciones de población mayor. Kalache destacó que, gracias a este programa, se han realizado mejoras en la infraestructura y el transporte público, así como en el acceso a servicios de salud.
Además, Kalache hizo hincapié en la importancia de una nutrición saludable. Un estudio publicado en el European Journal of Nutrition en 2019, titulado “Intervenciones nutricionales para una alimentación adecuada que prevenga enfermedades crónicas“, subrayó que una buena nutrición es esencial para la salud física y mental en general. “La clave es la autonomía y la funcionalidad en los años”, afirmó, insistiendo en la necesidad de implementar dietas equilibradas que incluyan alimentos saludables.
El envejecimiento, tal como lo describió Kalache, es un fenómeno global que se desarrolla de manera diferente en América Latina en comparación con los países desarrollados, y esta situación agrava las desigualdades existentes. En América Latina, se envejece a un ritmo más rápido, lo que requiere una respuesta urgente y coordinada por parte de los gobiernos para abordar la inclusión económica y social.
Kalache mencionó el Certificado Age Friendly Employer (CAFE), una iniciativa que reconoce a las empresas que promueven un entorno laboral amigable para los trabajadores mayores. Esta iniciativa debe expandirse a otras regiones, ya que la responsabilidad de crear empleos inclusivos es fundamental para avanzar en el compromiso del sector privado. Kalache enfatizó que muchas personas mayores desean seguir activas en el ámbito laboral, pero necesitan que se adapten a sus necesidades.
El diálogo intergeneracional es otro aspecto que Kalache considera crucial. Promover el apoyo mutuo dentro de las familias y en la comunidad es esencial para construir sociedades más inclusivas. Kalache también presentó una herramienta desarrollada por el Centro Internacional de Longevidad, un índice personal que permite medir el grado de preparación para envejecer, evaluando aspectos mentales y emocionales. Expresó su interés en adaptar esta herramienta para su uso en Argentina, con el fin de ayudar a las personas a planificar de manera proactiva su envejecimiento.
Durante el Seminario Internacional: Los Múltiples Desafíos de la Revolución de la Longevidad, organizado por la Universidad San Andrés (UDESA), Kalache expuso sobre los profundos cambios económicos que está provocando el envejecimiento de la población mundial. Afirmó que “no podemos evitar que esto ocurra” y destacó que los países desarrollados han logrado acumular recursos para establecer sistemas que enfrenten el desafío poblacional, mientras que muchos países en desarrollo están viendo crecer su población mayor sin haber alcanzado la prosperidad económica.
Este proceso genera tensiones sociales y desigualdades, y Kalache subrayó que en las mismas ciudades, la expectativa de vida puede variar enormemente entre diferentes sectores. La disparidad revela la urgencia de atender las necesidades de los mayores y garantizarles una vida digna. Kalache concluyó que “las vidas largas deben ser también vidas anchas, con derechos garantizados” y que los gobiernos deben incluir estrategias de adaptación al cambio climático, asegurando que las poblaciones vulnerables reciban el apoyo necesario para enfrentar los peores efectos de este fenómeno.
Finalmente, Kalache advirtió que la pobreza condena a generaciones enteras a condiciones precarias, obstaculizando su movilidad y acceso a la educación, lo que a su vez crea un círculo vicioso que refuerza la desigualdad. La discriminación por edad, el edadismo y la violencia son factores que afectan desproporcionadamente a las comunidades más vulnerables, y Kalache enfatizó que es fundamental entender que el cuidado y el respeto hacia los mayores son valores que deben ser promovidos en la sociedad.