
En la actualidad, el uso del celular se ha vuelto omnipresente, lo que ha llevado a la aparición de una dependencia que muchos expertos denominan adicción. Esta situación es especialmente preocupante entre los jóvenes, quienes son más susceptibles a sufrir trastornos relacionados con el uso excesivo de estos dispositivos. La adicción al celular se manifiesta a través de síntomas como la ansiedad y las taquicardias al intentar dejar el teléfono, afectando tanto la salud mental como el bienestar físico de los individuos.
Adicción al celular: cómo reconocerla y evitarla
El celular se ha convertido en un elemento esencial en la vida diaria, pero su uso desmedido puede desencadenar problemas serios. La adicción a estos dispositivos no solo afecta a los adolescentes, quienes son los más vulnerables, sino que también puede tener consecuencias a largo plazo en la calidad de vida de las personas.
Nomofobia y uso excesivo
La nomofobia, que se refiere al miedo a estar sin el celular, es un fenómeno que se ha vuelto común en la sociedad actual. Según el doctor en Psicología y docente Flavio Calvo (MN 66.869), “se habla de adicción cuando el dispositivo se vuelve compulsivo, limitando de manera negativa diferentes áreas como el trabajo y las relaciones personales”. Este especialista señala que es evidente cuando una persona tiene dificultad para controlar el tiempo que usa el celular, a pesar de sus intentos por reducirlo.
Calvo también menciona que la adicción se puede identificar cuando el uso del celular produce sentimientos de ansiedad, irritabilidad o incomodidad al tener el teléfono en la mano. Además, se observa una priorización de las actividades relacionadas con el celular en detrimento de las responsabilidades laborales y situaciones inapropiadas, como manejar un auto o participar en reuniones importantes.
Impacto en la salud mental y física
La Organización Mundial de la Salud (OMS) aún no reconoce oficialmente la adicción al celular como un trastorno separado, pero ha emitido advertencias sobre el uso excesivo de dispositivos electrónicos. La OMS ha incluido los videojuegos en su clasificación internacional de enfermedades, lo que refleja su preocupación por las adicciones tecnológicas.
La licenciada Gabriela Martínez Castro, directora del Centro de Estudio Especializado en Ansiedad (CEETA), explica que el abuso de los celulares puede estar relacionado con la fobia social, ya que muchas personas sienten la necesidad de estar conectadas constantemente, temiendo quedar excluidas o desconectadas.
El director general de Sanidad de Estados Unidos, Vivek Murthy, ha advertido sobre los efectos nocivos del uso excesivo de celulares en niños y adolescentes, pidiendo “acción inmediata” para proteger a estos grupos, argumentando que existe un riesgo emocional significativo. Además de los problemas mentales, el uso excesivo de celulares puede provocar dolores físicos como dolor de espalda, contracturas y fatiga visual.
El cerebro y la adicción
El abuso de celulares activa el sistema de recompensas del cerebro, liberando dopamina, un neurotransmisor que genera sensaciones de placer. Los dispositivos móviles están diseñados para generar estímulos constantes, lo que crea un ciclo de anticipación similar al que se observa en los juegos de azar. Un estudio del Responsible Gambling Council indica que esta activación constante puede dificultar el autocontrol, afectando la capacidad de las personas para concentrarse en actividades que no proporcionan gratificación instantánea. Este fenómeno ha sido descrito como “mente mono” por la doctora María Teresa Calabrese de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA).
Consecuencias del uso nocturno del celular
El vamping, que se refiere a la costumbre de quedarse despierto hasta tarde usando el celular, es una práctica común que tiene efectos negativos en la salud mental. El médico pediatra Fernando Burgos (81.759), miembro de la Subcomisión de Medios de Comunicación de la Sociedad de Pediatría (SAP), señala que esta práctica está asociada con el cansancio escolar y puede afectar las relaciones familiares. Además, se ha relacionado con un aumento en los niveles de depresión, fomentando la comparación con los pares y agravando la baja autoestima y el sentimiento de soledad.
Estrategias para un uso saludable del celular
Para mitigar los efectos negativos del uso excesivo del celular, se recomiendan varias estrategias saludables. Estas incluyen:
– Implementar límites y fijar horarios específicos para revisar mensajes y redes sociales.
– Desactivar notificaciones que distraen y fomentan el uso compulsivo.
– Tener momentos de desconexión intencional, como durante las comidas y reuniones, así como antes de dormir.
– Practicar “higiene digital”, es decir, cuidar los contenidos que se consumen y asegurarse de que aporten valor personal y profesional.
El establecimiento de un vínculo saludable con la tecnología es posible, según Calvo, quien afirma que “si uno quiere autoliderarse, puede lograrlo”. Las estrategias mencionadas pueden ayudar a fomentar un uso equilibrado de los dispositivos móviles.