Debido a la urgencia sanitaria mundial, las vacunas contra coronavirus se desarrollaron mucho más rápido de lo habitual en estos casos.
A pesar de lo acelerado de su estudio y aplicación, se confía en que garantizan seguridad. A continuación algunos aspectos clave que es necesario conocer sobre las vacunas que se están utilizando para combatir Covid-19.
Una vacuna es algo que ayuda a desarrollar inmunidad contra una enfermedad infecciosa. Funciona al introducir intencionalmente al cuerpo una forma inactiva de un germen que causa una enfermedad, puede ser una parte del patógeno o microorganismo completamente inactivo o secuencias genéticas del virus que codifiquen para una proteína específica. Esto luego estimula la producción de anticuerpos del sistema inmunológico, las proteínas que ayudan a proteger a la persona de una infección futura si alguna vez se encuentra con el germen real.
En el caso del coronavirus, una vacuna hace que una persona sea resistente a una infección por el virus y la enfermedad que causa (Covid-19) o, al menos, permite que si se infecta tenga una enfermedad con menos complicaciones. Eso ocurre gracias a que estas vacunas producen capaces de neutralizar al virus y que entregan además inmunidad celular. Permiten a las células del sistema inmune “recordar” al virus y en caso de una nueva exposición, puedan rápidamente formar una respuesta contra él. Se trata de una memoria que permanece en el tiempo y determina el período de protección de una vacuna.
Se ha demostrado que las vacunas que han llegado a Chile son altamente efectivas para prevenir la enfermedad de Covid-19.
Pero además, según lo que se sabe sobre vacunas para otras enfermedades y los primeros datos de los ensayos clínicos en las de Covid-19, los expertos creen que también puede ayudar a evitar que se exprese una enfermedad grave incluso si se contrae el virus.
El Covid-19 puede tener puede llegar a ser mortal y no hay forma de saber cómo afectará a cada persona. Cuando alguien se enferma, además, podría transmitir la enfermedad a sus amigos, familiares y otras personas a su alrededor.
Y si bien luego de enfermar, el paciente puede lograr cierta protección natural, conocida como inmunidad, la evidencia actual sugiere que la reinfección por Covid-19 es poco común en los 90 días posteriores a la infección inicial, pero los expertos no saben con certeza cuánto dura esta protección.
Es indudable que el riesgo de enfermedad grave y muerte por Covid-19 supera con creces los beneficios de la inmunidad natural. La vacuna ayuda a proteger al crear una respuesta de anticuerpos (sistema inmunológico) sin tener que enfermarse.
Por ejemplo, la vacuna rusa Sputnik V demuestra una eficacia superior al 91% y es efectiva para personas mayores.
Tener la vacuna contra Covid-19 no impide contar también con la de la influenza.
Aunque la gripe y Covid-19 comparten algunos síntomas comunes, son causados por diferentes virus. Además, la vacuna contra la gripe ataca varios virus de la gripe que mutan, mientras que la vacuna Covid-19 se dirige a un solo virus.
La posibilidad de infectarse de ambas, es baja, pero existe. Es poco frecuente la coinfección entre dos virus respiratorios porque ‘compiten’ entre sí. Sin embargo, la recomendación de las sociedades internacionales es que se siga cumpliendo los esquemas de vacunación para influenza como todos los años. Una vacuna no invalida a la otra.
A la fecha se han registrado muy pocos casos de reacciones alérgicas entre las personas que reciben la vacuna Covid-19.
Desde EEUU informan que entre los 1.8 millones de personas que recibieron su primera dosis de las vacunas Pfizer-BioNTech o Moderna, 21 tuvieron una reacción conocida como anafilaxia, reacción alérgica extrema que compromete distintos sistemas como el cardiovascular, respiratorio, gastrointestinal y distintos órganos. Esa condición puede ser causada por medicamentos, alimentos o picadura/mordedura de insectos como abejas, y las vacunas.
Personas que tengan problemas de salud pueden recibir la vacuna. Existen grupos, sin embargo, que los CDC señala deben considerar aspectos adicionales. Entre ellos están las personas con VIH o que tienen un sistema inmunológico débil, que pueden recibir la vacuna, aclaran, pero deben saber que los datos de seguridad son limitados y ser conscientes del potencial de respuestas inmunitarias reducidas a la vacuna.
En quienes previamente han tenido el síndrome de Guillain-Barré pueden recibir la vacuna. El CDC señaló que, hasta la fecha, no se han reportado casos de síndrome de Guillain-Barré después de la vacunación.
Las personas que previamente han tenido parálisis de Bell pueden recibir la vacuna. Aunque se informaron casos de parálisis de Bell en los participantes del ensayo, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) no considera que estos estén por encima de la tasa esperada en la población general y no han llegado a la conclusión de que estos casos fueron causados por la vacunación.
La vacuna es una herramienta importante para ayudar a detener la pandemia. El uso de mascarillas y el distanciamiento social ayudan a reducir la posibilidad de estar expuesto al virus o contagiarlo a otras personas. Sin embargo, esas medidas no son suficientes.
Las vacunas actúan directamente con el sistema inmunológico para que esté listo para combatir el virus si está expuesto. La combinación de vacunarse y seguir las recomendaciones habituales ofrecerá la mejor protección contra Covid-19.
Con las mayoría de las vacunas, la inmunogenicidad (capacidad de un antígeno de activar el sistema inmunitario e inducir una respuesta inmune) se logra a las dos semanas después de la vacunación. Pero en las vacunas contra Covid, es diferente, tienen dosis y los estudios determinan que se logra inmunidad una semana después de la segunda dosis. Es decir, luego de un mes se podría estar protegido.
Evitar el contagio, evitar la enfermedad, y lograr la inmunidad de grupo, son los objetivos de las vacunas.
Para lograr la ansiada inmunidad de grupo en Chile es necesario una tarea importante: vacunar al 80% de la población, es decir, a unos 13,6 millones de personas. Una labor compleja si se considera que las vacunas disponibles hasta ahora no se han probado todavía en la población infantil, un grupo que en el país llega al 16% de la población.
Determinar si es el 70% al 80% de las personas debieran vacunarse, es una estimación que depende, entre otros factores, de la eficacia y la duración de la protección dada por las vacunas que se utilicen.
Por ejemplo, en Israel, el país que hasta la fecha ha vacunado más personas en el mundo (25% de su población), presenta paradojalmente un significativo aumento de los contagios. Por eso, la prevención deberá mantenerse mientras no se logre coberturas globales de vacunación.
Las nuevas variantes detectadas de Covid-19 lo vuelven mucho más transmisible. Es es la razón por la cual se ha está extendido rápidamente en el Reino Unido, Irlanda y Dinamarca, y probablemente en muchos otros países.
¿Sirven las actuales vacunas? La compañía de biotecnología Moderna señala que estudios de laboratorio han demostrado que su vacuna contra el Covid-19 protege contra ambas variantes del coronavirus. A pesar de estos datos, informaron que desarrollarían una dosis adicional para aumentar aún más la protección contra estas variantes.
Un estudio de Pfizer-BioNTech también mostró que su vacuna era potencialmente eficaz contra estas variantes, aunque se necesita investigar más al respecto.
Desde la Organización Mundial de la Salud han informado que aunque las vacunas son seguras, existen poblaciones específicas para las que no se recomienda la vacunación, ya sea por contraindicaciones, falta de suministro o datos limitados. Entre ellos se encuentran los niños y embarazadas.
Las mujeres embarazadas tienen un mayor riesgos de sufrir complicaciones con el Covid-19 que las mujeres no embarazadas, y la enfermedad se ha asociado con un mayor riesgo de parto prematuro.
Sin embargo, debido a los datos insuficientes, la OMS indica que la vacunación no incluye a mujeres embarazadas hasta que los estudios publicados o los resultados disponibles contengan información sobre la seguridad en estos grupos poblacionales.
En Chile serán ocupados varios tipos de vacunas, y las poblaciones que podrán inmunizarse serán aquellas en las cuales la seguridad ya ha sido probada. Por eso en el caso de los niños, la vacuna solo se ha probado mayores de 16 años. Hasta ahora la OMS no recomienda la vacunación de los niños menores de 16, incluso si pertenecen a un grupo de alto riesgo.
También te puede interesar
- Super Bowl 2021: The Weeknd, Ariana Grande y Daft Punk serían los artistas del medio tiempo
- Estos son los nominados para los Globos de Oro 2021
- La Dirección del Trabajo actualizó su tipificación de infracciones y multas