La madrugada del 2 de febrero de 2024, la región de Valparaíso sufrió uno de los incendios más devastadores de su historia, resultando en 137 víctimas fatales y cerca de 8 mil viviendas destruidas. A un año de esta catástrofe, los damnificados enfrentan un complejo escenario caracterizado por retrasos en la reconstrucción y críticas hacia la gestión gubernamental, aspectos que fueron abordados en un programa especial de País ADN.
Retos en la reconstrucción
Según Nicolás Birrell, presidente de Desafío Levantemos Chile, la principal dificultad en el proceso de reconstrucción es la burocracia. En sus palabras, “El Estado llegó tarde una vez más. A un año del megaincendio, seguimos viendo cómo la falta de coordinación y los trámites innecesarios retrasan la entrega de viviendas. La gente sigue esperando soluciones concretas”. Esta situación ha generado un sentimiento de frustración entre los afectados, quienes continúan esperando respuestas efectivas por parte de las autoridades.
Reconocimiento de la demora por parte del Gobierno
El Gobierno ha reconocido la existencia de demoras en el proceso de reconstrucción. El ministro de Vivienda, Carlos Montes, admitió que “estamos atrasados, pero estamos avanzando”. Por su parte, la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti, también señaló que el proceso ha sido más lento de lo que se había anticipado, lo que ha contribuido a la insatisfacción de los damnificados.
La necesidad de colaboración entre sectores
Birrell enfatizó la importancia de una mejor articulación entre el sector público y privado para acelerar la reconstrucción. “Hemos demostrado en otras emergencias que la reconstrucción puede ser rápida y digna si trabajamos juntos. El Estado no se la puede solo”, afirmó, sugiriendo que la colaboración es clave para enfrentar este tipo de crisis.
Testimonios de los damnificados
René Flores, presidente del Comité de Crisis del Olivar y uno de los damnificados, expresó su descontento con la falta de avances en la reconstrucción. “Perdimos todo y hoy, de las 916 viviendas destruidas en nuestro sector, solo unas pocas están en proceso de reconstrucción”, indicó, reflejando la desesperación de muchos que aún esperan soluciones.
Flores también denunció que muchas familias se han quedado sin apoyo tras la suspensión del bono de arriendo, afirmando: “Nos prometieron ayuda hasta tener una solución definitiva, pero en enero nos cortaron el pago, dejándonos en la incertidumbre”. Esta situación ha dejado a muchos en una posición vulnerable, sin recursos para enfrentar la crisis habitacional.
Otro testimonio significativo es el de Alejandro Pino, un afectado del sector Canal Chacao, quien manifestó su frustración con el proceso de reconstrucción. “El Gobierno no ha dado el ancho. Acá son 146 casas las que se quemaron y recién la semana pasada entregaron la primera casa”, expresó, evidenciando la lentitud de las respuestas gubernamentales ante la tragedia.
Vulnerabilidad ante desastres
El megaincendio de 2024 ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la región de Valparaíso ante este tipo de desastres. Birrell advirtió que la falta de medidas preventivas sigue siendo un problema que debe ser abordado para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.