Campaña “Vacunados, listos, ¡ya!” busca revertir caída en tasas de vacunación global, advierte SAVE

La vacunación escolar es clave para un regreso seguro y saludable a clases.
La vacunación escolar es clave para un regreso seguro y saludable a clases.

Las vacunas son fundamentales para prevenir más de 20 enfermedades mortales y se estima que evitan entre 3,5 y 5 millones de muertes anuales, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas intervenciones sanitarias son cruciales para reducir el riesgo de enfermedades como el sarampión, la poliomielitis, la tos ferina y la gripe, entre otras. Sin embargo, se ha observado una disminución en las tasas de vacunación a nivel global. En este contexto, la Sociedad Argentina de Vacunología y Epidemiología (SAVE) ha lanzado la campaña “Vacunados, listos, ¡ya!” con el objetivo de concientizar sobre la importancia de mantener al día los esquemas de vacunación para proteger tanto la salud personal como la comunitaria.

Objetivos de la campaña

Bajo el lema “Para ganarle a las enfermedades, es mejor llegar primero“, la campaña invita a todos a acercarse a los vacunatorios de todo el país para recibir las vacunas correspondientes según su edad y condición. La SAVE cuenta con un calendario completo de vacunación que incluye todas las vacunas disponibles de forma gratuita en los centros públicos. Este esquema está diseñado para satisfacer las necesidades de cada grupo etario y se adapta a las condiciones específicas de cada región.

Importancia de la vacunación

Las vacunas no solo protegen a quienes las reciben, sino que también benefician a quienes los rodean, ayudando a interrumpir la circulación de virus y bacterias. De este modo, crean un escudo que resguarda a toda la comunidad contra enfermedades potencialmente graves. La doctora Analía Rearte, presidenta de SAVE, afirmó en un comunicado de prensa que “tener derecho a la vacunación es también una responsabilidad”.

Impacto de las vacunas en la salud pública

Las vacunas han sido herramientas fundamentales a lo largo de la historia para prevenir enfermedades graves e incluso mortales. Han reducido las hospitalizaciones, evitado complicaciones, mejorado la calidad de vida y aumentado la expectativa de vida. Gracias a las vacunas, muchas enfermedades que antes causaban epidemias devastadoras y cobraban cientos de miles de vidas han sido erradicadas, eliminadas o controladas. Sin embargo, el éxito de las vacunas ha generado un nuevo desafío: con el paso del tiempo, estas se han vuelto menos visibles y la percepción de su importancia ha disminuido. Como consecuencia, ha caído la tasa de vacunación, aumentando el peligro de reaparición de enfermedades que habían dejado de ser una preocupación para generaciones anteriores.

Estadísticas de vacunación

Según datos publicados por la OMS y UNICEF, la cobertura mundial de inmunización infantil se ha estancado en 2023, y se estima que 2,7 millones de niños y niñas no están vacunados en comparación con los niveles anteriores a la pandemia de 2019. Las conclusiones emitidas por ambos organismos indican que “el número de niños que recibieron tres dosis de la vacuna contra la difteria y el tétanos (DTP) en 2023, un marcador clave de inmunización, se mantuvo estable en un 84% (108 millones)”. Este número aumentó de 13,9% en 2022 a 14,5% en 2023. Además, se alertó que solo el 83% de la población mundial recibió la primera dosis de la vacuna contra el sarampión y el 74% recibió la segunda dosis, lo que ha contribuido al desarrollo de brotes en 103 países durante los últimos cinco años. En ninguna región se alcanzó el 90% de la población objetivo, cuando la meta recomendada es del 95%. En particular, la vacuna BCG, que previene formas de tuberculosis, solo alcanzó al 69% de la población.

Acciones para mejorar la vacunación

Para hacer frente a esta situación, organismos como UNICEF y diversos gobiernos están reforzando sus campañas de concientización, con el fin de garantizar que las personas comprendan los beneficios de vacunarse para su propia salud y la de los demás. La campaña “Vacunados, ¡ya!” busca precisamente motivar a la población a completar su vacunación. Desde los primeros meses de vida hasta la adultez, es importante conocer cuáles son las vacunas que deben aplicarse.

Calendario Nacional de Vacunación

Durante el primer año de vida, las vacunas que se administran son esenciales para proteger contra enfermedades como la neumonía, el quintuple, el rotavirus y el meningococo. A los 2 meses de vida, se administran las primeras dosis de: neumococo, poliomielitis (IPV Salk) y quintuple (o pentavalente). Luego, a los 3 meses, se aplica la vacuna contra el meningococo y se repiten las dosis de poliomielitis. A los 6 meses, se da la tercera dosis de meningocócica cuadrivalente, que protege contra meningitis y sepsis, así como posibles secuelas causadas por los serotipos A, C, W y Y. La pentavalente protege contra el tétanos, la tos ferina, la hepatitis B y Haemophilus influenzae tipo B, además de la poliomielitis (IPV) utilizada para prevenir la enfermedad causada por el poliovirus 1 y 3. En esta etapa, se administra la vacuna antigripal si corresponde, aplicándose dos dosis separadas por dos semanas en caso de que no se hayan recibido aplicaciones anteriores. A los 12 meses se realiza el refuerzo de la vacuna neumocócica y a los 13 meses se incluyen la vacuna triple viral contra el sarampión, la rubéola y las paperas. Asimismo, se realiza la antigripal, si es necesario. A los 15 meses se suministra la vacuna cuadrivalente contra la varicela y a los 18 meses se aplica la cuádruple celular. En las zonas donde hay fiebre amarilla transmitida por mosquitos, como en Misiones, Formosa, el norte de Corrientes y algunos departamentos de Chaco, Salta y Jujuy, se continúa vacunando a los menores que lo requieran. Finalmente, a los 24 meses se refuerza la recomendación de vacunación para prevenir complicaciones y mortalidad relacionada con la influenza.

Vacunación en la adolescencia y adultez

Antes de ingresar a la educación primaria, es importante que los niños alcancen ciertos refuerzos. El inicio escolar es una oportunidad para que las familias revisen y completen el esquema de vacunación, especialmente para bebés y niñas. También se recomienda realizar un control médico en esta etapa. Entre las vacunas que deben registrarse se encuentran las que han permitido la erradicación de enfermedades como la paperas, cuya erradicación en 1984 permitió que la región de las Américas fuese declarada libre de esta patología en 1994. Las paperas, siendo una enfermedad eruptiva febril, puede ocasionar complicaciones graves, incluyendo la muerte. En cuanto a la DTP, que previene la tos ferina, es esencial que los adolescentes de 11 años reciban varias vacunas clave: la meningococo cuadrivalente (una dosis), la triple bacteriana acelular como refuerzo, y la vacuna contra el VPH (una dosis) para prevenir el cáncer cervical y otros problemas relacionados con el virus. Es importante que los adolescentes completen la vacunación contra la hepatitis viral si no han recibido las dosis previas. Cuando cumplen años, los adolescentes deben recibir cualquier dosis pendiente de sarampión/rubeola/paperas (si no se han vacunado antes), mientras que los adultos deben recibir la Doble (difteria y tétanos). La vacunación antigripal es anual y se recomienda para mayores de 65 años y gestantes a partir del tercer trimestre de embarazo. Las madres pueden necesitar la vacuna contra el Virus Sincicial Respiratorio durante el puerperio (después del parto).

Acceso a las vacunas en Argentina

En Argentina, todas las vacunas incluidas en el calendario nacional son gratuitas y requieren prescripción médica. La campaña “Vacunados, ¡ya!” cuenta con el apoyo de CSL Seqirus, GSK, MSD, Pfizer, Sanofi y Takeda, y busca poner de relieve la importancia de la vacunación en la salud pública. La campaña enfatiza que, en la actualidad, “corremos con ventaja” al contar con un sistema de vacunación que protege a la población.