En el universo digital, TikTok se ha convertido en el escenario principal para lanzar tendencias relacionadas con la salud y el bienestar. Una de las más recientes es el término “sleepmaxxing”, que engloba prácticas, dispositivos y trucos diseñados para maximizar la calidad y duración del sueño. Desde suplementos como magnesio y melatonina hasta técnicas inusuales como taparse la boca con cinta adhesiva, esta tendencia ha llamado la atención de millones de personas que buscan un descanso reparador. Sin embargo, los expertos señalan que no todas las estrategias propuestas son tan eficaces o seguras como parecen.
¿Qué es “sleepmaxxing” y por qué ganó popularidad?
El sleepmaxxing se refiere a cualquier método o herramienta que prometa mejorar el sueño, ya sea a través de dispositivos tecnológicos, cambios en el entorno o incluso remedios caseros. El nombre deriva de looksmaxxing, que se enfoca en optimizar la apariencia física. En este caso, el objetivo es lograr un sueño profundo y reparador, algo que muchos consideran esencial para la salud mental.
Clete A. Kushida, neurólogo experto de Stanford Health Care, señaló que el auge de esta tendencia está relacionado con el creciente interés en el bienestar general. “Con los dispositivos portátiles que incluyen el seguimiento de su vida”, afirmó Kushida en un artículo de National Geographic. Sin embargo, no todos los métodos promovidos en las redes sociales cuentan con respaldo científico, lo que ha generado preocupación entre los especialistas.
Métodos populares: ciencia y escepticismo
Entre las prácticas comunes de sleepmaxxing se encuentran el consumo de melatonina, el uso de gafas que bloquean la luz azul y la ingesta de kiwis antes de dormir. Según un estudio, el kiwi puede aumentar los niveles de serotonina, mejorando la recuperación muscular en atletas. Por otro lado, la meditación consciente y la respiración profunda han demostrado ser efectivas para reducir el estrés y promover la relajación. Sin embargo, otros métodos carecen de evidencia concluyente.
La eficacia del magnesio, por ejemplo, sigue siendo objeto de debate, mientras que el ruido blanco ha mostrado resultados mixtos en estudios científicos. Anita Shelgikar, presidenta electa de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño, advirtió que algunas prácticas, como la “meditación de la glándula pineal”, no tienen un respaldo científico sólido.
Peligros de los métodos extremos
A pesar de que algunos métodos pueden parecer inofensivos, representan riesgos significativos para la salud. Según informó ABC, el uso de cinta adhesiva para cerrar la boca durante el sueño puede dificultar la respiración y, en casos extremos, provocar neumonía por aspiración. Neal Walia, neumólogo de UCLA, destacó que estas prácticas van en contra de la naturaleza del cuerpo humano y pueden generar problemas en lugar de resolverlos.
Además, la obsesión por dormir bien puede derivar en un trastorno conocido como ortosomnia, caracterizado por la ansiedad de cumplir con las expectativas de descanso. Este término, acuñado en 2017 por investigadores de la Universidad de Chicago, describe cómo la excesiva preocupación por dormir bien puede, irónicamente, afectar la calidad del sueño.
Recomendaciones para un mejor sueño
Los expertos coinciden en que los mejores métodos para mejorar el sueño no requieren productos costosos ni prácticas extremas. La higiene del sueño es una serie de hábitos básicos que se consideran la recomendación principal. Esto incluye:
– Mantener un horario regular de sueño.
– Crear un ambiente propicio para dormir, oscuro y tranquilo.
– Evitar el consumo de cafeína y alimentos pesados antes de dormir.
– Limitar el uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse.
– Practicar técnicas de relajación como la meditación o la respiración profunda.
Estas recomendaciones son fundamentales para lograr un sueño reparador y mejorar la calidad de vida.