El análisis de las tendencias en inteligencia artificial para 2025 revela un panorama complejo y en evolución, donde las expectativas y la realidad pueden divergir significativamente.
Desarrollo de la inteligencia artificial en 2024
Según Richard Waters, editor del Financial Times en San Francisco, EEUU, el año 2024 no presentó innovaciones sorprendentes en el ámbito de la inteligencia artificial que pudieran compararse con el impacto inicial del uso de ChatGPT. Sin embargo, las mejoras continuas en la tecnología subyacente han mantenido el sector en movimiento. Waters anticipa que, aunque el impulso de la IA podría desvanecerse en 2025, los avances en modelos que realizan múltiples pasos antes de ofrecer una respuesta podrían compensar esta desaceleración. Estos modelos tienen la capacidad de consultar y refinar sus respuestas iniciales, lo que les permite proporcionar resultados más elaborados y razonados.
Comparación con el razonamiento humano
La capacidad de estos sistemas para simular un razonamiento más complejo es un tema de debate. A pesar de esto, el sistema o3 de OpenAI se destaca como uno de los desarrollos más interesantes desde la introducción de los chatbots de IA. Por su parte, Google ha recuperado su posición en el ámbito de la inteligencia artificial a finales de 2024, después de haber enfrentado desafíos para alcanzar a OpenAI. La compañía ha demostrado nuevas capacidades de tipo agente en IA, que podrían facilitar tareas cotidianas, como el seguimiento de actividades en el navegador y la oferta de asistencia para completar tareas.
Expectativas para 2025
A pesar de que estas innovaciones aún necesitan ser transformadas en productos útiles, existe un optimismo en los laboratorios sobre el futuro de la IA. Para la mayoría de los usuarios, el auge de la IA generativa ha significado la aparición constante de sugerencias que ayudan a completar textos o editar fotos de maneras novedosas. Sin embargo, estas herramientas, aunque útiles, no han transformado radicalmente la vida cotidiana de los usuarios. Se espera que en 2025 se presenten aplicaciones que puedan interactuar de manera más directa con los usuarios, absorbiendo información digital y aprendiendo de sus acciones para actuar como bancos de memoria virtuales o gestionar aspectos significativos de sus vidas. No obstante, la falta de fiabilidad de la tecnología podría llevar a las empresas a ser cautelosas en su lanzamiento al mercado, y los usuarios también podrían mostrarse reticentes a confiar en estas nuevas aplicaciones.
El estado del mercado de chips de IA
En el ámbito del hardware, el fabricante de chips Nvidia ha emergido como un líder en la industria, convirtiéndose en un objetivo para las empresas tecnológicas más influyentes, muchas de las cuales están desarrollando sus propios chips de IA. A pesar de que Nvidia podría enfrentar desafíos en el corto plazo debido a una transición de productos, se espera que sus ciclos de productos Blackwell le permitan navegar el año con éxito. Por otro lado, Broadcom ha informado que tres de las principales empresas tecnológicas planean utilizar sus diseños de chips internos para crear grupos de supercomputación que contarán con un millón de chips cada uno para 2027, lo que representa un aumento significativo en comparación con el sistema Colossus de Elon Musk, que es considerado el grupo de chips de IA más grande en uso actualmente.
Inversiones y expectativas del mercado
A medida que las grandes empresas tecnológicas compiten en el ámbito de la inteligencia artificial, una de las fuerzas impulsoras detrás del aumento del gasto en este sector sigue siendo la presión para invertir. A pesar de que algunas empresas comienzan a reportar resultados positivos al aplicar la tecnología, muchas otras aún no han encontrado formas efectivas de utilizar la inteligencia artificial de manera productiva. La continuidad de la inversión en IA dependerá de factores externos, como la confianza del mercado en las políticas de la nueva administración de Trump y la disposición de la Reserva Federal para mantener una política monetaria flexible. Se anticipa que 2025 será un año volátil, con posibles correcciones en el mercado, pero con suficiente liquidez, Wall Street podría seguir siendo optimista respecto a la inteligencia artificial durante un tiempo.