
Existen varias creencias incorrectas respecto al registro de marca, desde cómo es el proceso, hasta si es viable registrar cualquier cosa que no esté registrada.
Por eso, en Textual.cl repasamos los mitos más comunes.
1. El registro de marca es solo para grandes empresas
Esto era cierto antes de la era de internet, en que el número de marcas era menor, la imitación menos común y más costosa. En cambio, hoy en día las PYMEs registran sus marcas.
La gran cantidad de nuevas empresas y la fácil difusión de éstas aumentan exponencialmente la probabilidad de que exista otra con un nombre similar, ya sea por casualidad o por imitación maliciosa.
2. No necesito registrar mi marca porque nadie me la va a copiar
Esto es bastante arriesgado, sobre todo si se tienen perspectivas de que la empresa crezca y genere cada vez más ventas. Se tramitan innumerables juicios de oposición y de nulidades de marca que son interpuestos por víctimas de copia, pero que nunca registraron sus marcas.
Estos juicios son mucho más costosos y difíciles de ganar, pues tienes que probar contundentemente ante el tribunal que tú usas la marca con anterioridad a quien la registró. Es mucho más fácil y económico proteger tu propiedad intelectual a tiempo.
Además, prevenir la copia es solo una de las ventajas de registrar tu marca. Puedes revisar las otras aquí.
3. No puedo registrar una marca si no tengo constituida mi empresa
Esto es simplemente falso. Puedes perfectamente registrar tu marca como persona natural. Si el día de mañana constituyes tu empresa, puedes traspasar la propiedad de tu marca a ésta con un sencillo trámite.
4. Para saber si puedo registrar mi marca, basta que verifique que no esté ya registrada
Este es el error más común que cometen las personas al momento de querer registrar una marca. Sin duda es un buen indicio que una marca idéntica no esté registrada, pero el criterio de la ley para poder registrar una marca no es que sea “idéntica” a otra, sino “confusamente similar”.
Una marca se estima confusamente similar a otra cuando se parece lo suficiente ya sea gráficamente (que se escriban parecido), fonéticamente (que suenen parecido), o conceptualmente (que signifiquen parecido). Por ejemplo, no podrías registrar la marca “CROWN” para vender cervezas, pues ya existe la marca “CORONA”. Y “CROWN” es “CORONA” en inglés, es decir, hay similitud conceptual.
5. No necesito asesoría para registrar una marca
Si bien es cierto que la ley no exige un abogado para registrar una marca, también lo es que innumerables personas no logran registrar su marca por no conocer el proceso o los requisitos que debe cumplir una marca.
Además del requisito de no ser confusamente similar a una marca ya registrada, la ley chilena señala otras diez causales de irregistrabilidad que impedirán el registro de una marca.
Puedes intentar el registro de marca tú mismo, pero si no tienes suerte, perderás varios meses y el dinero de las tasas fiscales. Actualmente existen más de 150.000 solicitudes de marcas que no fueron acogidas a registro.
6. El registro de marca es muy caro
Esto también es un mito muy extendido. Las tasas fiscales y la publicación en el Diario Oficial, son aproximadamente $160.000 pesos. A eso hay que sumarle los honorarios del especialista si decides asesorarte, que varían entre $200.000 y $400.000 pesos.
Sin embargo, hay que considerar que tu marca registrada tiene una vigencia de diez años, renovables. Por tanto, si divides el costo del registro de marca por los 120 meses que la marca te protege, el valor mensual es de entre $3.500 y $5.000 pesos. Eso es lo que realmente cuesta tener tu nombre protegido.
¿Necesitas más información? Averigüa aquí sobre registrar una marca.