¿Tu perro parece triste? Expertos advierten sobre la depresión canina y sus posibles causas

Descubre las señales de depresión en tu perro y cómo brindarle apoyo.
Descubre las señales de depresión en tu perro y cómo brindarle apoyo.

Una tarde, al regresar a casa tras un largo día, se puede notar que el perro, que normalmente corre emocionado a saludar, apenas levanta la cabeza desde su rincón favorito. Su energía parece haberse desvanecido y una mirada melancólica ha reemplazado su habitual entusiasmo. Aunque comúnmente se asocia la depresión con los seres humanos, los perros también pueden experimentar estados de ánimo bajos que se asemejan a esta condición. La depresión canina no es un fenómeno nuevo, pero sigue siendo un concepto difícil de entender para muchos dueños de mascotas. Los perros, como seres emocionales, responden intensamente a los cambios en su entorno, rutinas o dinámicas familiares. Según expertos en comportamiento animal consultados por PetMed, si un perro muestra cambios drásticos en su actitud, alimentación o comportamiento, es posible que esté atravesando un estado depresivo.

Señales de depresión en perros

La depresión en perros puede manifestarse de varias formas, aunque todas son evidentes a simple vista. Entre los síntomas más comunes se encuentran: pérdida de interés en actividades, letargo, falta de energía, comportamientos destructivos y vocalizaciones inusuales. Según Pet MD, estos pueden ser indicadores de una alteración emocional o incluso de un problema físico subyacente. Por esta razón, es crucial acudir al veterinario si el perro deja de comer, vomita o se muestra extremadamente letárgico, para descartar enfermedades.

Causas de la depresión en perros

La depresión en perros puede desencadenarse por múltiples factores. Uno de los más comunes es un cambio repentino en el entorno o la rutina, como una mudanza, la llegada de un bebé o el regreso al trabajo, lo que puede desorientar emocionalmente al perro. Otra causa frecuente es la pérdida de un ser querido, ya sea humano o animal. Los perros desarrollan fuertes lazos emocionales y, cuando alguien importante desaparece, esa ausencia puede desencadenar un proceso de duelo. Como señala Web, “los dos principales desencadenantes de la depresión severa son la pérdida de un compañero o dueño”. Además, la falta de estimulación mental y física puede llevar al aburrimiento crónico y, en consecuencia, a la depresión. Esto es especialmente relevante en razas con un alto nivel de actividad, como los border collies y los labradores.

Cómo ayudar a un perro deprimido

Ayudar a un perro que muestra signos de depresión implica identificar la causa subyacente y trabajar en soluciones específicas:

  1. Visitar al veterinario: Antes de asumir que se trata de un problema puramente emocional, es fundamental descartar problemas de salud. Condiciones como el dolor o enfermedades como la artritis pueden alterar el comportamiento del perro y requerir tratamiento médico.
  2. Incrementar la actividad: Los perros necesitan ejercicio para mantenerse felices. Incorporar paseos largos, juegos interactivos como el frisbee, y juguetes que requieran resolución de problemas, como rompecabezas con premios, puede ser beneficioso.
  3. Restaurar la rutina: A los perros les gusta la previsibilidad. Intentar mantener horarios consistentes para alimentarlos, pasearlos y jugar con ellos les dará un sentido de estabilidad y aliviará su ansiedad.
  4. Ofrecer compañía y atención: Si el perro se siente triste porque su dueño está menos disponible, es importante dedicarle tiempo. Pequeños gestos como caricias y palabras amables pueden marcar una gran diferencia.
  5. Consultar a un especialista: Si los síntomas persisten, puede ser útil consultar a un experto especializado en conductas caninas. Estos profesionales pueden recomendar técnicas de modificación de conducta e incluso, en casos graves, medicamentos temporales como antidepresivos.

La importancia de la prevención radica en evitar que la situación empeore. Proporcionar suficiente estimulación y mantener un vínculo sólido con el perro, así como realizar chequeos veterinarios regulares, son fundamentales. Estar atento a las señales de depresión permite actuar rápidamente antes de que la situación se agrave. Los compañeros leales dependen de nosotros para su bienestar físico.